La de ayer no fue una jornada cualquiera en la Lonja del Concello de Vigo. Desde primera hora de la mañana se registraron colas en la ventanilla del transporte público. Alrededor de un centenar de vecinos solo de Chapela (Redondela) acudieron a Praza do Rei para solicitar la PassVigo a las pocas horas de que el juez eliminase el requisito de empadronamiento. Pero aclarar la nueva situación no fue fácil y los interesados deambularon durante horas entre la ventanilla de información y el departamento de Transportes hasta que lograron hablar con un responsable que les garantizó que se admitirían todas las solicitudes.

"No estaban preparados o directamente en ventanilla no querían adaptarse a las nuevas condiciones. Primero nos informaron de que no tramitarían las peticiones de vecinos de fuera de Vigo, pero tras hacer presión las han recogido y nos aseguran que contestarán en unos quince días", explicó el presidente de los vecinos de Chapela, Marcial Pérez, que reclama la tarjeta metropolitana para que la Xunta colabore en la financiación de los viajes.

En cuanto se conoció el auto del Juzgado de lo Contencioso que otorgó las medidas cautelares que demandaba el Concello de Redondela, el gobierno que preside Javier Bas animó a los usuarios a pedir la tarjeta PassVigo "sean de Moaña, de Mos o de Burgos", en palabras del alcalde. En un primer momento se sugirió solicitar la nueva tarjeta a través de Internet. Sin embargo ayer el sistema informático no respondía por lo que se aconsejó a los redondelanos presentarse en Praza do Rei o en las oficinas de Vitrasa.

Francisco Puch, representante en Redondela y Mos de la plataforma PassÁrea -que aboga por la entrada en vigor de la tarjeta metropolitana en el bus de Vigo-, reconoció que el auto que elimina la discriminación por empadronamiento es "un paso importante" pero insuficiente para consolidar "de una vez por todas" el transporte metropolitano.