El nombramiento de la exconselleira Rocío Mosquera como nueva gerente de la empresa pública Galaria y el de María Luisa Brandt Sanz en el mismo cargo en el hospital concertado Povisa, son para En Marea “dos nuevos ejemplos prácticos de puertas giratorias y desvíos de poder en el campo de la sanidad gallega”. Piden explicaciones por ellos al Gobierno gallego.

En cuanto a la colocación de Mosquera al frente Galaria, la diputada Eva Solla la considera una “falta de respeto a la ciudadanía y a la propia legislación en materia de incompatibilidades”. La acusa de “trato de favor a las empresas privadas” durante su mandato como conselleira y de haber ocupado “puestos de relevancia en la gestión de empresas y hospitales privados que facturan grandes cantidades al Sergas”.

Solla recuerda que el “conflicto por la gestión privatizadora del Nuevo Hospital de Vigo” y una masiva manifestación en rechazo a su política acabaron con su mandato.

Por otra parte, En Marea presentó diversas iniciativas en el Parlamento con el objetivo de que la Xunta responda por el “posible incumplimiento del régimen de incompatibilidades” por el nombramiento de la antecesora de Mosquera en Galaria, María Luisa Brandt, como gerente de Povisa.

“No es ético es evidente”, destaca su portavoz, Antón Sánchez, y añade: “con las iniciativas queremos saber si es legal”. “Hay muchos indicios de que no cumple”, sostiene.