"Esto nunca había ocurrido; es histórico", resumía un representante sindical. Y lo fue. El masivo seguimiento de la huelga de funcionarios judiciales para denunciar la "discriminación laboral y salarial" que sufren paralizó la actividad en los juzgados de Vigo y dio lugar a situaciones inéditas, con tribunales que permanecieron toda la mañana literalmente cerrados con llave. Y con muchos otros donde, aunque se podía entrar, no había ni un solo funcionario al haber secundado todos el paro: las oficinas estaban vacías y en algunos casos a oscuras. Los viernes son tranquilos, al ser una jornada de pocos juicios, pero la mayoría de los fijados se suspendieron. También se aplazaron interrogatorios y alguna videoconferencia. Y en varias salas ya se advertía con carteles a abogados, procuradores y ciudadanos en general que no se prestarían funciones "de atención al público". Los servicios mínimos, en juzgados como el de guardia, el de Violencia sobre la Mujer y en la clínica forense, se desarrollaron sin problemas. Y hubo las bodas civiles previstas.

La de ayer fue la primera de las jornadas de huelga convocada por todos los sindicatos judiciales. La siguiente es el día 13. ¿Los motivos? Uno es el complemento transitorio (CAT). Denuncian que entre 2013 y 2016 los trabajadores gallegos han perdido dinero con respecto a otras comunidades: entre un total de 10.000 euros en el caso de los médicos forenses hasta al menos 3.440 en el de los funcionarios. Otras problemáticas son los descuentos en bajas laborales, las sustituciones, los refuerzos o la amortización de plazas.

Junto al paro, más de 200 funcionarios se unieron a la manifestación que salió desde la calle Lalín e hizo un recorrido que incluyó la praza de América y la de la Industria. "La respuesta fue espectacular; en Vigo y en el resto de Galicia", valoraba Xosé Barreiro, de la CIG y presidente de la junta de personal. "Esto es histórico, solo recuerdo una situación similar en 2002; pero que se llegaran a cerrar juzgados, es la primera vez ", señalaba Pablo Valeiras, de Alternativas na Xustiza. "El 95% de los funcionarios secundaron el paro", resumió Yolanda Rodríguez, de SPJ-USO. De los 360 que hay en Vigo, trabajaron 42, informaron los sindicatos. Y entre estos últimos están los 20 que debían cumplir servicios mínimos. Entre los que no estuvieron ayer había algunos de permiso, día libre o de baja. La Xunta rebajó el seguimiento en la ciudad olívica a un 64%.

Según comprobó FARO, de los casi 40 órganos judiciales vigueses (incluyendo salas de refuerzo, Audiencia y Registro Civil), la mitad o estaban cerrados o sin ningún funcionario, permaneciendo únicamente jueces y letrados de la Administración de Justicia, a los que no afecta el paro. En el resto, salvo excepciones, había uno o dos funcionarios. El juzgado de guardia estaba casi al completo, obligados por los servicios mínimos: hubo tres detenidos y un juicio rápido. En el de violencia sobre la Mujer tuvieron dos casos y lo que no era urgente se aplazó. En el Imelga no había funcionarios y se cumplieron los servicios mínimos de los forenses. En la Fiscalía trabajaron tres funcionarios, los de guardia. En un juzgado Social suspendieron 11 juicios, aunque el de refuerzo, que ya nunca tienen el apoyo de los auxilios, celebró una quincena. Una sala de Instrucción aplazó dos vistas de juicios leves hasta el día 14, como se informaba en la puerta de la sala.