Los oncólogos tienen sus esperanzas puestas en la biopsia líquida para revolucionar el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. El Chuvi se posicionó a la vanguardia de esta técnica dando, a principios de 2016, los primeros pasos para utilizarla en pacientes con cáncer de pulmón, tal y como adelantó FARO. Hoy, el procedimiento ya está homologado y en fase de ensayo clínico y ya permite la monitorización de 30 personas con un tipo concreto de mutaciones de este tumor.

El ensayo clínico lo han puesto en marcha los servicios de Oncología y Médica y Anatomía Patológica, y está enmarcado en el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IISGS), con el doctor Gerardo Huidobro como investigador principal.Los primeros datos obtenidos fueron presentados por la oncóloga Ana Alonso, la semana pasada, en el Congreso Nacional de Oncología Médica con gran acogida. Estos apuntan a que la coincidencia en los análisis entre la convencional biopsia de tejido pulmonar y la líquida es de hasta un 70%. "Un porcentaje muy considerable", destacan desde el Sergas, aunque los responsables advierten de que aún es "prematuro" obtener conclusiones definitivas.

Esta técnica permite, con un simple análisis de sangre, detectar mutaciones genéticas de las células cancerosas y seleccionar así el tratamiento que tendrá mayor probabilidad de ayudar al paciente, además de realizar un más cómodo seguimiento de su evolución, evitando los trastornos de las biopsias convencionales. En el Chuvi se usa para controlar unas mutaciones específicas en el cáncer de pulmón, que afectan a alrededor del 10% de los casos diagnosticados. "Es muy importante detectar estas mutaciones porque hay nuevos medicamentos de última generación que son muy efectivos", explica el jefe del Servicio de Oncología Médica, Joaquín Casal.