Las jardineras bajas de granito de la zona peatonal de la calle Urzáiz, en el Calvario, y las transversales Cruz Blanca y Aragón se cubrirán con planchas metálicas más elevadas para impedir que los perros transiten libremente por ellas como ocurre ahora, realizando sin impedimento sus deposiciones en el interior de éstas.

Con esta medida, el Concello suplementará la altura existente de las jardineras y dificultar así el acceso al interior de las mismas, creando una barrera ornamental. El contrato, que ya ha sido licitado con un presupuesto inicial de 21.553,43 euros, incluye además de la mejora ornamental de la propia jardinera un aumento de la tierra vegetal existente que permitirá plantar especies más vistosas y acordes con la zona peatonal.

Los trabajos consisten en el suministro y montaje de 81 jardineras metálicas de diferentes tamaños y de unos 60 centímetros de altura en todas las de granito dispuestas por la calle peatonal y de hasta un metro en las transversales, una medida vista con buenos ojos por los comerciantes del Calvario, cuya presidenta, Encarna Álvarez, remarcó que "todo lo que sea mejorar la imagen de la zona es positivo para el comercio". "Si poniendo las jardineras se previenen estos problemas y que la gente las utilice como papeleras y ceniceros, bienvenido sea", manifestó.

En el caso concreto de las defecaciones y orines de los perros, Álvarez consideró que se trata de un "grave problema" que afecta al barrio y en general a toda la ciudad por lo que calificó de "falta de civismo" de sus propietarios. "Entiendo que los animales tienen que hacer sus necesidades pero creo que sus dueños podrían tener un poco más de cuidado y evitar que lo hagan en las fachadas de nuestros negocios, en las jardineras y en los árboles, que al final acaban secándose; tendríamos que tener un poco más de conciencia y pensar de vez en cuando en los demás", aseveró.