El decreto del Gobierno fija un periodo transitorio, de seis meses a contar desde su aprobación en mayo, para la pervivencia de las Sagep durante los ya menos de tres años que faltan para que concluya el plazo de adaptación del sector a su liberalización total. Ese plazo vence ahora en octubre por lo que el próximo noviembre, las cinco empresas del accionariado de la Sociedad de Estiba viguesa deberán decidir de manera individual si desean continuar en la Sagep o abandonarla. Quienes opten por separarse, "responderán frente a la Sagep de la parte que les corresponda en la liquidación de la sociedad cuando se produzca su extinción al finalizar el periodo de regularización", indica el decreto. En caso de todos quieran separarse, "los accionistas deberán continuar siendo accionistas de la sociedad hasta su extinción y liquidación al finalizar el periodo de regularización". Ninguna empresa de la entidad viguesa se pronunció todavía. En cambio, los accionistas de Marín sí, y de hecho tienen lista la inminente disolución de su Sagep.