Villa Peixiño gana apoyos camino de las 10.000 firmas de apoyo para mantener una actividad única en la ciudad, la de acogida de perros y otros animales de compañía abandonados. Sin pedir ayudas económicos ni otro soporte público, esta organización desempeña su labor en Coruxo, aunque posiblemente por tiempo limitado, al menos en su ubicación actual. La Xunta le ha emplazado a cesar su actividad mientras no encuentre un emplazamiento en el que se ajuste a la normativa vigente.

El centro desarrolla su actividad en una vivienda de la parroquia viguesa de Coruxo, pero la actual regulación no permite albergar a más de cinco animales en un domicilio particular. Y ello obliga a los responsables de esta iniciativa a buscar otro lugar o al cierre.

Para evitar esto último, Villa Peixiño ha lanzado una recogida de firmas en Change.org. Ya supera las 8.400 en apenas tres días desde que fue publicada la petición. La solución por la que abogan es una finca apartada del casco urbano donde sí se pueda continuar con esta actividad.

"Necesitamos una finca apartada del núcleo urbano, en Vigo o alrededores, donde podamos obrar y empezar de cero creando las instalaciones que nos exigen pero pudiendo vivir igual que hasta ahora con ellos", se indica en el texto publicado en Change.org. "También solicitamos que, mientras conseguimos esas instalaciones, las autoridades nos den tiempo; no se encuentra y se crea todo esto de cero de un día para otro pero estamos moviendo Roma con Santiago para encontrar la manera de hacerlo en el más breve espacio de tiempo", subrayan sus responsables.

En Villa Peixiño se definen como un espacio para encontrar familia a canes que se encuentran ante un difícil porvenir. "Villa Peixiño no es un refugio, ni una protectora, ni nada parecido; es una casa de multiacogida donde se les buscan familias a 'peixiños' encontrados en situaciones desfavorables", explican en las redes sociales.