O Marisquiño roza la mayoría de edad -este año alcanzará su XVII edición- convertido en un auténtico referente del deporte y la cultura urbana. Se nota en el alcance cada vez mayor de las pruebas, el plantel de concursantes y el eco que alcanza en los medios españoles e internacionales. Pero también en el tejido turístico. Su pegada cada vez mayor hace que agosto tras agosto se consolide como una de las citas más importantes del año para los hoteles. A una semana de que se celebre el festival, que arrancará el próximo viernes y durará hasta el domingo 13, desde el sector se reconoce que la ocupación durante ese fin de semana será plena, "del 100%". En Booking se pueden encontrar aún algunos cuartos, pero a precios muy superiores a los del resto del mes. Una misma habitación doble en un hotel de cuatro estrellas del centro de la ciudad, por ejemplo, cuesta 198 euros el viernes de O Marisquiño, frente a los 113 que cobra el alojamiento solo una semana después.

En realidad los alojamientos se benefician de una triple y "jugosa" coincidencia: la gran afluencia de público que llega a la ciudad para disfrutar de O Marisquiño, que atrae a aficionados al skate y la cultura y deporte urbano del resto de Galicia y España; los viajes de vacaciones -agosto es el mes por excelencia de este tipo de turismo- y el puente del 15 de agosto, lo que este año ayudará a que se desplace incluso más gente a Vigo.

Esa circunstancia no solo beneficia a los hoteles de la ciudad. Desde la Asociación de Empresarios del Hospedaje de Pontevedra (Asehospo) explican que hay turistas que, al coparse la oferta de alojamiento en Vigo, optan por trasladarse a otros municipios vecinos. "Hay gente que se aloja en otros puntos cercanos, donde los precios son además inferiores a los que pueden encontrar en Vigo", explica César Sánchez-Ballesteros, responsable de Asehospo. En concreto apunta a localidades como Porriño o Redondela. Según señala, los hoteles de la ciudad rozarán el 100% ya a partir del miércoles, cuando empezarán a llegar los deportistas, patrocinadores... del festival. Jaime Pereira, presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), corrobora que el próximo fin de semana los negocios de la ciudad colgarán el cartel de "no quedan plazas".

Sánchez-Ballesteros apunta otra ventaja de O Marisquiño: "Anima a mucha gente a visitar las Rías Baixas". El portavoz de la hostelería de la provincia anota que el festival completa la oferta de la que ya dispone el litoral sur, como Cíes, las playas o la gastronomía, reforzando su perfil de destino para toda la familia.

José Manuel Barbosa, veterano hostelero de Redondela, reconoce que el efecto de O Marisquiño se deja sentir en la villa de los viaductos o Arcade. "Son zonas además muy agradables para el turista por su gastronomía, entorno natural y patrimonio...", reflexiona el hotelero, quien considera al festival vigués un valor añadido para las localidades "más próximas" a Vigo.

Desde O Morrazo, Fernando Graña, responsable del colectivo A Máis -que aglutina a hosteleros de la zona-, relativiza el efecto de O Marisquiño, aunque señala que durante ese fin de semana los alojamientos de Cangas estarán al 100%. Según apunta, el turismo vacacional propio de agosto, sumado al puente del martes 15, hacen de ese fin de semana, ya de por sí, uno de los de mayor ocupación.

Los hoteles no son el único termómetro del impacto turístico de O Marisquiño. Los apartamentos turísticos también se benefician del repunte de demanda de ese fin de semana. En Airbnb, web de alquiler de pisos para viajeros, ya solo hay disponibles ocho cuartos en el centro de la ciudad para la noche del viernes 11, que coincide con O Marisquiño; mientras que para la semana siguiente ofrece el doble (16). En conjunto, para el fin de semana de O Marisquiño -del 11 al 13- quedaban por alquilar ayer 15 alojamientos con un precio medio de 96 euros por noche. El fin de semana del 18 al 20 se alcanzan sin embargo los 21 con un precio de 75 euros. Incluso webs como Milanuncios incorporan anuncios de particulares que alquilan cuartos con el reclamo de O Marisquiño en barrios como Camelias o Urzáiz.