La otra asignatura pendiente que tiene Abanca con la ciudad es buscarle una utilidad al inacabado Teatro Fraga, cuyas obras de reforma quedaron suspendidas en 2011 cuando era propiedad de Caixa Galicia. Desde entonces el edificio ha permanecido cerrado a la espera de un destino. Escotet admitió el jueves que la situación era "frustrante", que el concurso abierto para recabar propuestas no había tenido éxito y que el futuro del Fraga tenía que pasar por buscarle una rentabilidad.

Sobre este asunto, Caballero mostró su confianza en que Abanca tenga "alguna idea" y entonces estará "encantado de escucharla". El regidor consideró lógico que el banco quiere darle un uso alternativo al cultural que tiene asignado el inmueble, pues "la ciudad está especialmente bien dotada" .Y aunque dijo que en materia de urbanismo se pueden "tomar decisiones", matizó que cualquier proyecto debe respetar la legislación urbanística.