El Concello trabaja en la puesta en valor de toda la muralla, con una ruta de diez puntos en los que se conservan los vestigios de ésta y que se marcarán con una simbología concreta en la que se hace referencia a la forma de la antigua muralla, que contaba con siete puertas aunque solo seis de ellas eran utilizadas para entrar en la ciudad ya que la séptima, entre A Pedra y A Laxe, servía como salida al mar.

Así lo señala la experta Matilde González Méndez, que realizó una síntesis sobre los orígenes de la muralla y sus diferentes funciones a lo largo del siglo XVII y posteriores, condicionando el urbanismo y la vida de la ciudad y que "pese a su poca utilidad defensiva se siguió reparando y acondicionando hasta mediados del siglo XIX".

La ruta parte de la Praza do Rei, antigua "zona de reclamo", prosigue en el área de exposición de San Sebastián y llega hasta el lugar donde se hacía la limpieza y lectura de paramentos, también en San Sebastián. El cuarto punto estará en el baluarte de Falperra, continúa por Peñasco, Teófilo Llorente, A Pedra y la Praza dos Conquistadores, se detiene en A Laxe, sube por Carral hasta la Porta do Sol y finaliza en la Baixada II República.