La apertura del Hospital Álvaro Cunqueiro en verano de 2015 condicionó la agenda política municipal durante el primer año de mandato. La demanda de mejoras en la atención sanitaria y el coste del aparcamiento protagonizaron un total de 14 mociones debatidas en el pleno de Vigo en solo doce meses, a las que hay que sumar otra media docena centradas en el transporte municipal hasta el centro y la ordenación del tráfico en Beade presentadas durante la segunda anualidad. El mandato llega a su ecuador con algo más de 120 mociones votadas por la corporación viguesa. Los tres grupos municipales convirtieron la reestructuración del Chuvi y la recuperación de la población de referencia del área sanitaria de Vigo en la prioridad del actual curso político junto a la consecución del AVE directo a Madrid por Cerdedo y la conversión en vía urbana del último tramo de la AP-9 por la avenida de Buenos Aires.

Las infraestructuras han sido pieza central en los debates en Praza do Rei, pero también la necesidad de reformar varios colegios e institutos públicos que el PSOE ha convertido en una demanda periódica. Se ha conseguido respuesta de la Xunta para ampliar el CEIP Castelao y el IES de Teis y queda pendiente de ejecutar el cubrimiento de los patios de una docena de centros que reclama el gobierno local con apoyo de Marea.

El pleno sí vio atendida su demanda a la Xunta de que consignase fondos en el presupuesto autonómico para iniciar la Ciudad de la Justicia cuyos derribos interiores acaban de adjudicarse. Quedan sin embargo pendientes las exigencias planteadas por PSOE y Marea para que se ofrezcan alternativas gratuitas de aparcamiento en el Álvaro Cunqueiro o se revise la nueva propuesta de zonificación escolar que desvía a algunos alumnos a institutos alejados de sus domicilios.

Los socialistas han hecho hincapié en la educación y las comunicaciones, logrando consenso para la defensa del AVE por Cerdedo, pendiente de la declaración de impacto ambiental por parte del Ministerio de Fomento. El pleno también reclamó por unanimidad convertir en urbano el último tramo de la AP-9 en noviembre de 2016 sin que se hayan producido avances para lograr esta reivindicación histórica.

El PP, por su parte, ha centrado sus esfuerzos en reclamar más celeridad en la tramitación de un nuevo Plan Xeral, motivo de choque frecuente en los debates de Praza do Rei, y ha reclamado en varias ocasiones a lo largo de 2015 y 2016 más personal en el área de Benestar y mayor celeridad en la tramitación del cheque social, además de insistir en que se destinen más fondos a las parroquias y se mejore el transporte al Cunqueiro, petición que cristalizó en la puesta en marcha de una nueva conexión desde Teis.

Otro tema que introdujeron varias veces en el pleno fueron los problemas jurídicos con el contrato de zonas verdes. Coincidieron con Marea en reclamar sendas auditorías en los servicio municipales de aguas y transporte y comisiones de investigación sobre las finanzas del Auditorio y la contratación pública que fueron rechazadas por la mayoría absoluta socialista.

El control sobre las concesionarias municipales ha sido una petición recurrente desde la bancada de Marea junto a la mejora de la atención sanitaria, una mayor inversión en política social y la creación de un parque municipal de viviendas para familias desahuciadas que plantearon por primera vez en mayo de 2016.

Junto al hospital, otro de los temas cruciales de la primera mitad del mandato ha sido el segundo intento de poner en marcha el Área Metropolitana, un enfrentamiento Xunta-Concello que acaparó horas de debate municipal al trasladarse al ámbito local las discrepancias sobre el transporte metropolitana entre PSOE, PP y Marea. Los grupos de izquierda llegaron a pedir a la Xunta que retirase el contencioso contra el nuevo ente, sin éxito, mientras que el gobierno local se niega a asumir las condiciones del plan gallego de transporte como le plantean los populares vigueses.

Como resumen de estos dos años de trabajo municipal, desde el PSOE reprochan el escaso apoyo de la oposición a los grandes temas de la ciudad y su "servidumbre" a los dictados de Santiago, mientras que el PP considera que el gobierno local emplea su mayoría absoluta para desoír cualquier propuesta constructiva y Marea le achaca de forma reiterada que no ejerza mayor control sobre las concesionarias municipales. Los grandes temas como el AVE o la AP-9 llegan sin resolver al segundo ciclo del mandato.