Los grupos de WhatsApp de padres proliferan en el ámbito escolar. Muchos progenitores aplauden su creación y valoran muy positivamente formar parte de uno. "Para enterarse de los deberes, de fechas de exámenes, qué llevar en algunas excursiones. La verdad es que es muy útil y nos ha sacado de algún que otro apuro", señala Sonia Bermúdez, madre de dos alumnos de 4 y 8 años del centro escolar Carrasqueira. Como ella opinan otros muchos progenitores como por ejemplo Elena García, quien apunta estar "muy a favor de estos chats ya que al fin y al cabo es un grupo libre, quien no quiera estar o no le guste puede abandonarlo".

De esta última opinión es partidaria Vanessa, otra de las madres de niños del colegio vigués que señala estar "totalmente en contra de los grupos. No me gustan y no me sacan de ningún problema, para mi tiene muchas lagunas".

Pros y contras ante la efectividad de estos chats entre padres, todos destacan que sí han formado uno con los 'papás' y 'mamás' de los niños de la clase de sus hijos. "Todos tenemos uno, se podría utilizar más o menos pero todos estamos incluidos en uno. En mi caso lo utilizo poco más de una vez al año, y siempre teniendo en cuenta cuál es su labor: hablar de cosas de clase y no de asuntos que no corresponden", especifica Elena Mosquera, quien también tiene hijos estudiando en el centro educativo de Coruxo.

Visiones dispares

Es precisamente en este aspecto en el que incidieron muchos de los padres consultado por FARO. Si bien es cierto que la gran mayoría aplaude la utilidad de los grupos de Whatsapp, todos señalan un 'pero': sobrepasar su auténtica finalidad. Tania Nogueira considera que se trata de una herramienta muy "válida"a la hora de solucionar dudas con respecto a las clases, horarios y materiales, sobre todo en casos de hijos en infantil, pero señala a su vez que un mal uso del mismo puede convertirlo en una "porquería". "En verdad, en el grupo en el que yo estoy no hay conflictos. Estos pueden generarse si se habla demasiado y de temas que no vienen al caso en un grupo de este tipo. Si realmente ocurren casos como el denunciado, lo más correcto sería trasladar las palabras del niño a la directora o tutora del chico antes de contarlo por whatsapp, porque no deja de ser un niño de cinco años y puede entender cosas que no son".

Miguel López sostiene esta misma postura y entiende que "hay que ser precavidos con estas cosas. En el grupo que tenemos nunca hemos tenido ningún problema pero sí conozco de otros casos que se sobrepasa el límite". Tamara Pardevila ve "normal" entrar a formar parte de un chat con madres y padres de alumnos e incluso defiende la postura de la madre denunciada por la profesora, aunque reconoce que "antes lo hubiera puesto en conocimiento del centro. Si de verdad pasan cosas como la que explica esta madre, yo hago lo mismo, pero que el centro esté al tanto de lo que ocurre".