Mediante un proceso de oxidación natural similar al de la fotosíntesis de las plantas, han creado un tipo de pavimento para combatir la contaminación. Aprovechando su humanización, el Concello lo pone a prueba en la calle Estorniño.

El segundo teniente de alcalde, David Regades, explicó que se trata de un tipo de baldosa homologada, que ya "fue probada por prestigiosos laboratorio" y los resultados arrojan una eficacia media del 60% en la degradación de elementos contaminantes.

El edil defendió que "esta iniciativa es otra muestra del valor añadido" de las humanizaciones que se están realizando en la ciudad y que, "además de dejar un Vigo hermoso, generan puestos de trabajo y permiten renovar servicios".

Aludió también a otras obras en marcha, como la de la calle Aragón, donde se va a instalar una nueva rotonda en la confluencia con Bailén. En Gregorio Espino se revestirán los muros del paso inferior con mosaico cerámico, en un homenaje al mar. En Doctor Coral se instalará una estación meteorológica didáctica y, en Rosalía de Castro, una nueva fuente tecnológica, entre otras actuaciones.