El empleo público en la ciudad sigue en mínimos históricos mientras en el resto de urbes gallegas la caída producida por los duros ajustes en las administraciones empieza a remitir e incluso ya se detectan incrementos como en el caso de Santiago o A Coruña. En cinco años la primera ciudad de Galicia ha perdido 3.900 funcionarios de carrera, personal laboral, interinos y eventuales que prestaban servicio en organismos estatales, en las dependencias de la Xunta o trabajaban para el Concello. Y en este lustro de contención del gasto público el espíritu emprendedor de la urbe olívica ha demostrado una mayor resistencia que en las demás zonas urbanas de Galicia al contabilizarse al cierre de 2016 el mismo número de empresarios y trabajadores independientes que en 2011, un total de 17.400.
La cifra contrasta con los 600 que se han perdido en A Coruña en este mismo periodo, los 400 de la capital gallega o los más de 2.900 de Ourense. Es Pontevedra la que marca distancias en este terreno al ser la única ciudad que desde 2011 ha experimentado un importante salto al ganar dos mil empresarios individuales o con asalariados y trabajadores independientes. Cerró el ejercicio con 6.300 que la sitúan por delante de Compostela.
Los datos de la última Encuesta de Población Activa del IGE colocan a Vigo en situación de tablas con respecto a hace un lustro en cuanto al peso del empresariado y el emprendimiento en su masa salarial, situación que contrasta con el importante tijeretazo al empleo público que ejecutaron las tres administraciones.
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Lo que se mantiene invariable es el escaso peso de las nóminas del sector público en el mercado laboral vigués, donde apenas representan un 14% del total. El limitado desarrollo de las administraciones públicas en el municipio ha condicionado de forma histórica las estadísticas hasta el punto de que Vigo es ahora mismo la única urbe gallega que tiene más empresarios y trabajadores independientes que funcionarios. Su representatividad en el sur contrasta con el 19% de los sueldos que suponen en A Coruña, el 24% que marcan en Lugo y Ourense, el 26% de Pontevedra y el 34% de Santiago, que duplica los datos vigueses.
En estos últimos cinco años cayó el empleo público y también los asalariados del sector privado. Desde 2011 se perdieron 4.100 puestos de trabajo que llevaron a la ciudad a cerrar 2016 con un total de 81.300 asalariados. La buena noticia es que la estadística refleja una subida de medio millar de cotizantes con respecto a un año antes.
