Un varón acusado de convertir la vivienda en la que residía de alquiler en un prostíbulo y posteriormente destrozarla a raíz de un inminente desahucio aceptó la pena de 1.080 euros que se le fijó en la sala del Juzgado de lo Penal 3 de Vigo. Su pareja, que estaba acusada por los mismos hechos, fue absuelta al retirar la fiscal y la acusación particular su acusación, por lo que se dictará sobre ella una sentencia absolutoria. El juicio, que había sido suspendido hasta en tres ocasiones, se resolvió con un acuerdo entre las partes. Como se reconoció en el escrito de acusación del fiscal, el hombre le manifestó a su casero ya en el año 2013 que "había realizado obras sin su autorización" al funcionar el piso "como un prostíbulo en el que alquilaba habitaciones a chicas para ejercer la prostitución".

Inicialmente, a ambos encausados se les juzgaba por los ilícitos de daños y hurto. Según se refleja en el escrito del Ministerio Fiscal, la pareja, antes de la fecha del lanzamiento abandonó la vivienda "llevándose una lavadora, una microondas, un mueble de cocina, así como un radiador y alguna mesa y sillas del salón". Sin embargo, al haber aparecido los bienes presuntamente robados, aunque en mal estado, se decidió retirar la petición de pena por el delito de hurto contra ambos. No fue así en el caso de la pena por el delito de daños. Tal y como explica el fiscal en su relato de acusación "realizaron numerosos destrozos en las paredes, suelos, persianas, interruptores, enchufes y otros destrozos en la cocina y baño". Por estos hechos se le atribuyó al hombre un ilícito de daños por el que deberá abonar una multa de 1.080 euros.

Por su parte, al varón, que se encuentra en prisión por otras causas, se le aplicó la atenuante de reparación del daño al haber abonado ya al afectado la cantidad de 18.070,25 euros. El hombre reconoció los hechos por los que se le investigaba y ambas partes aseguraron al término de la conformidad no recurrir la sentencia.