La multinacional de servicios Isolux Corsán ha puesto en venta su filial dedicada a la gestión de aparcamientos, con 58 activos en toda España, tres de ellos en Vigo. Se trata de los parkings de la calle Venezuela (445 plazas), calle Coruña (568) y la plaza de Fernando el Católico (238), y suman entre los tres suman 1.251 puntos de estacionamiento. La compañía ha confirmado a FARO el "interés" en esta desinversión, aunque ha eludido ofrecer cifras relativas a la transacción por tratarse de una operación con "muchos agentes implicados", y ha encargado las tareas de mediación a la auditora Ernst & Young (EY). Los aparcamientos de Vigo están operados bajo un régimen de concesión a cincuenta años que expira en 2040 y que se inició en 1990, según fuentes del Concello.
La gestión de los tres activos arrancó con la empresa Vigo Parking, que los cedería en 1998 a Conycase. Esta última sociedad es propiedad del empresario y abogado Manuel Núñez, implicado en un caso de supuesta corrupción urbanística en la localidad de Totana (Murcia). No hay rastro de actividad de Conycase en el Registro Mercantil desde 2010 con la dimisión de uno de sus consejeros. Fue en 2011 cuando el Gobierno local autorizó la cesión de la explotación de los tres parkings a Isolux Corsán Aparcamientos SA tras los impagos de su predecesora en impuestos y tasas municipales.
Si la multinacional encuentra comprador -fuentes del sector aseguran que es un negocio "muy atractivo" por la generación constante de liquidez y los bajos costes en mantenimiento-, éste tendrá que compartir accionariado con una tercera. Se trata de Inver Aparca SL, filial del grupo coruñés Invertaresa (de Roberto Díaz-Ricón), que tiene el 50% de los tres aparcamientos de Vigo. Este holding ya adquirió en su día dos fábricas a Isolux, Isowat y Made Torres y Herrajes (de fabricación de torres y subestaciones eléctricas), por 44 millones de euros. La energía y no los negocios de concesiones, según fuentes de Invertaresa, son sus principales apuestas económicas.
Falta de liquidez
El mercado atribuye la decisión de Isolux Corsán a la "necesidad" de hacer caja debidos a los apuros por los que atraviesa. En octubre logró un acuerdo mayoritario para refinanciar su deuda y consolidó la toma de control de los acreedores, con CaixaBank (14,36% del accionariado) y Banco Santander (9,58%) como principales socios. Casi el 95% de las acciones están en manos de bancos y bonistas, mientras que los anteriores dueños retienen poco más del 5% restante. Los activos no corrientes de Isolux Corsán Aparcamientos (las concesiones y las plazas de parking) están valorados en 310,7 millones de euros, según las cuentas anuales de 2015; la transacción rondaría, haciéndose cargo el comprador de la deuda, en unos 200 millones, según fuentes del mercado y como avanzó ayer El Confidencial.
Además de la venta los bancos dan por hecho que tendrán que inyectar más liquidez en la compañía, aunque no han cifrado la cantidad. El escollo que tendrá que salvar la auditora EY será el de convencer a la empresa británica Oak Hill Advisors de facilitar la operación. Esta firma prestó 100 millones de euros en 2014 a Isolux para "fortalecer" su negocio de aparcamientos, lo que le permitió adquirir 7.747 nuevas plazas. A día de hoy gestiona 30.281 plazas en 58 parkings distribuidos en doce comunidades, y su oferta incluye grandes ciudades -además de Vigo- como Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza o Bilbao.