Dos mujeres que son ejemplos de lucha, trabajo, atrevimiento y feminismo. El Museo Quiñones de León acogió ayer el homenaje a Concepción Arenal exactamente el día en el que se cumplían 124 años de su fallecimiento en la urbe olívica. También tuvo lugar la distinción a Marilar Aleixandre como Galega Destacada de la mano de la asociación Diálogos 90. Ambas fueron las protagonistas de la mañana en Castrelos.

El paso del tiempo no mitiga el amor que la ciudad profesa por una de las escritoras gallegas más brillantes de los últimos siglos y que Vigo reconoce como propia. Su figura reposa en el cementerio de Pereiró desde 1983, aunque en esta ocasión y a causa del temporal, la ofrenda floral no se pudo realizar allí. Hasta el museo vigués se acercó su tataranieto Federico Cantero, que acudió desde A Coruña con su hija Paula. "Para nosotros es un orgullo que una ciudad tan importante se siga acordando de Concepción. Nos hace mucha ilusión venir cada año", señaló Cantero.

A los reconocimientos se sumó el alcalde de Vigo, Abel Caballero, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y buena parte de los concejales de las diferentes fuerzas políticas municipales. Fue Uxía Blanco, concejala de Igualdad, Juventud y Normalización Lingüística, la encargada de leer varios textos de la autora en los que reflejaba temas como la justicia, la libertad y la paridad social. El regidor puso en valor su figura y destacó que Arenal fue una mujer que "marcó a todo un país con su incansable lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.

Tras estas palabras, Caballero, Blanco, Silva y Cantero depositaron un centro de flores en la mesa principal de la entrada del museo mientras sonaba el himno gallego a través de la gaita de Álvaro Costas.

El acto continuó con la entrega del galardón de Galega Destacada a Marilar Aleixandre, bióloga y escritora que adoptó el gallego como lengua propia tras llegar desde Madrid en 1973. "En Vigo me convertí en gallega", reconocía ayer Aleixandre. Fue Marita Vázquez de la Cruz, miembro de la asociación, quien le entregó el premio a la vez que destacó su labor en favor del auge de la lengua. "Marilar es un ejemplo para todos nosotros porque no tenía relación alguna con nuestro idioma y en cuanto llegó a Vigo lo adoptó como suyo", indicó Vázquez de la Cruz, quien recordó que en aquella época el padre de la galardonada era contrario a su uso por parte de la escritora.

Aleixandre, que el pasado 14 de enero ingresó como miembro de número en la Real Academia Galega, mostró su alegría por recibir la condecoración en Vigo. "Para mí es un privilegio", recalcaba.

Su relación con la ciudad olívica está muy marcada por la lucha que llevó a cabo en O Calvario, donde estaba su primera vivienda. "Fui una de las impulsoras de la Asociación de Vecinos del lugar y además tuve la suerte de poder ejercer como su presidenta durante un tiempo", recordaba en el museo.

Ahora trabaja en Santiago de Compostela como profesora de Didáctica de Ciencias y Educación Ambiental en la Facultad de Educación, aunque mantiene vivo el recuerdo de Vigo. "Cuando me tuve que marchar no pude contener las lágrimas. Para mí, Vigo siempre será mi hogar", finalizaba emocionada.