La Nochevieja pondrá el broche de oro a un 2016 que ha superado las perspectivas más optimistas de los hoteles. El sábado los alojamientos de la ciudad prevén alcanzar una ocupación media de entre el 70 y 75%, un buen resultado para despedir un año jugoso. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta el 1 de diciembre los negocios vigueses habían recibido un 20,8% más de clientes y gestionado un 20% más de estancias que en 2015. En la práctica ese repunte supone que, por término medio, los hoteles alojaron cada semana a 1.200 viajeros más que en 2015. Esta Nochevieja se espera que sea también mejor que la última.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Jaime Pereira, resalta las buenas perspectivas para Fin de Año -las ocupaciones rondarán el 70 o 75%- y reconoce que este 31 de diciembre será mejor que el de los últimos años, empañados por la crisis. Pereira explica que el repunte de clientes ha permitido a los hoteles una tímida recuperación de sus tarifas, que se habían desplomado en los últimos años lastradas por la baja demanda. Otro buen síntoma es que algunos establecimientos, especialmente aquellos que celebran cotillones y cenas, se han visto obligados a contratar refuerzos.
Para el responsable de Ahosvi las buenas perspectivas de Nochevieja se deben a dos razones. La primera, el primaveral parte meteorológico para los próximos días -con sol y temperaturas máximas de 17 grados-, que anima a los clientes a salir de sus casas. La segunda, clave, es la paulatina recuperación del turista portugués tras varios años prácticamente desaparecido debido a la dura recesión económica que sacudió el país vecino.
"Ya a lo largo del año hubo un goteo de clientes portugueses y ahora se corrobora", comenta Pereira. Su peso esta Nochevieja es tan elevado que el veterano hostelero calcula que cerca del 90% de los clientes que han reservado una habitación son grupos y parejas llegados del otro lado del Miño. Su perfil es diverso. Hay jóvenes que visitan Vigo atraídos por el ambiente festivo con el que se despide aquí el año; y matrimonios de mayor edad que deciden decir adiós al 2016 festejándolo en la ciudad.
La nota negativa de este Fin de Año la pone el calendario. Como ya ocurrió con Nochebuena, al coincidir el 31 de diciembre en sábado, los clientes que reservan una habitación lo hacen solo para pasar esa velada. Entran el sábado y abandonan el hotel el domingo. Otros años, recuerda César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Asociación de Empresarios del Hospedaje de la provincia de Pontevedra (Asehospo), las estancias eran más largas porque el día 31 caía en sábado o viernes, con lo que los clientes optaban por prolongan un poco más sus visitas.
"La ocupación será alta, pero estarán menos tiempo que otros años", anota Sánchez-Ballesteros. Sobre las tarifas, señala que los precios siguen "más bajos", a pesar de que en los últimos años diferentes rankings los situaron entre los más bajos de toda España. En un estudio divulgado en abril, por ejemplo, la web de búsqueda de hoteles Trivago situaba a Vigo como uno de los destinos más económicos de España, con 59 euros por noche. El portavoz de Asehospo destaca también los resultados logrados a mediados de mes en los restaurantes gracias a las cenas de empresa.
