Javier Guerra intensifica sus contactos para sumar apoyos entre la militancia que le permitan disputar a Elena Muñoz la presidencia del PP vigués en el futuro inmediato. El exconselleiro y empresario lleva meses sondeando a los afiliados para obtener su respaldo de cara a liderar la agrupación desde el 17 de diciembre, cuando se celebrará el congreso local, y en los últimos días se ha lanzado a captar avales.

Muñoz, también exconselleira, actual portavoz municipal y hasta ahora única aspirante a la presidencia que ha oficializado públicamente su candidatura, también sigue los contactos diarios junto con su núcleo duro para exponer sus planes a la militancia, mientras que Lucía Molares todavía no ha decidido si se postulará. La presidenta de la Sepes (entidad estatal de suelo) explicó ayer, consultada por este periódico, que llamará a Guerra y a Muñoz antes del sábado "para conocer su proyecto y siempre con el objetivo de revitalizar el partido" antes de tomar una determinación.

Los dos candidatos ya confirmados para dirigir la mayor agrupación del PP en Galicia -con más de 5.000 afiliados- cuentan sobradamente con los 70 apoyos para presentarse a la elección y están reuniendo los avales para refrendar posteriormente su candidatura (un mínimo de 200). Los equipos de Guerra y Muñoz pelean voto a voto el respaldo con llamadas telefónicas a los militantes y reuniones, según confirman distintas fuentes, para intentar atraer su respaldo.

También tiene los apoyos Molares pese a que no los ha pedido activamente. Un grupo de afiliados se ha movilizado y solicita el voto para la presidenta de la Sepes y exdelegada de la Xunta en Vigo, confiando en convencerla de que finalmente se presente. "Les agradezco la confianza que depositan en mí y que piensen que puedo aportar al proyecto del PP. Hablaré con Elena Muñoz y con Javier Guerra con la máxima humildad para tomar la mejor decisión y con el objetivo de revitalizar el partido en Vigo y hacer una oposición fuerte en el Ayuntamiento", comenta la responsable de la entidad estatal de suelo, actualmente a la espera de conocer si entra en los planes del nuevo Gobierno central, ya sea para seguir al frente de la Sepes o en otras funciones.

El plazo para presentar los apoyos vence el sábado mientras que la campaña se desarrollará entre el día 21 y el 11 de diciembre. Los candidatos disponen hasta el 15 para presentar los avales. Mientras que los afiliados pueden firmar su apoyo a varios candidatos, los avales deben ser exclusivos para uno de ellos.

Muñoz cuenta con el respaldo del aparato del partido en Vigo para aspirar al liderazgo en esta nueva etapa. En los últimos días la candidata y su equipo de confianza han intensificado su actividad en la carrera para tratar de convencer a los afiliados de que es la persona adecuada para dirigir la formación. A media tarde Muñoz y su núcleo duro se reunieron en un hotel de la ciudad para evaluar sus apoyos.

Guerra representa a un sector crítico con Muñoz y defiende mayor autonomía de la formación en Vigo respecto a la dirección gallega. Aspira a presidir el partido pero, según corroboran diversas fuentes, en sus planes no entra ser candidato a la Alcaldía en 2019. Un factor este desaprobado por la dirección local, que entiende que "hay que acabar con la bicefalia". En las últimas elecciones Muñoz encabezó la lista a la Alcaldía, mientras que preside el PP José Manuel Figueroa, los últimos dos años de forma interina tras los sucesivos aplazamientos del congreso por la concatenación de convocatorias electorales.

No obstante, las citadas fuentes de la dirección local esperan que pueda producirse un acuerdo entre Muñoz y Guerra antes del congreso. Una vez que se defina el liderazgo son partidarios de que se designe de forma inmediata al candidato a la Alcaldía para preparar con amplio margen de tiempo la disputa por el bastón de mando en el Consistorio en 2019.

Por otra parte, un grupo de afiliados afines a Guerra ha recurrido la convocatoria del congreso. Entre otras cuestiones consideran que no se está garantizando la neutralidad del proceso y ponen en duda la imparcialidad de José Manuel Figueroa, a quien reprochan que, siendo presidente del partido, apoye a Elena Muñoz.