"La banalizamos, pero la gripe mata". Este es el mensaje de advertencia que ayer lanzó la Consellería de Sanidade para que la población se conciencia de la necesidad de protegerse con una vacuna que, garantiza, es "muy segura". En la campaña que comenzó ayer, con 150 puntos de vacunación en el área viguesa, el Sergas aspira a inmunizar al 65% de la población de riesgo y a un 35% de los sanitarios. Un reto alto para una comarca que el año pasado se quedó en una cobertura del 50% y el 24% respectivamente, las más bajas de Galicia.

Uno de los motivos más habituales por los que la gente rechaza vacunarse es que "no suele tener gripe", cuenta la coordinadora de Enfermería del centro de salud Pintor Colmeiro, Marisa Miguélez. De lo que no se dan cuenta es de que "cuanta más gente esté vacunada, menos virus hay circulando", destaca. "Vacunarse es casi una cuestión de solidaridad", apoya Ana Estévez, subdirectora de Enfermería del área sanitaria.

En este aspecto, juega un papel fundamental la vacunación de los cuidadores y, en especial, de los sanitarios. "Me la pongo, sobre todo, por responsabilidad con mis pacientes porque puedo transmitirla aunque no la sufra, si la tengo sin síntomas", señala Miguélez, tras inyectársela. Sin embargo, las cifras demuestran las reticencias de estos profesionales. En los centros de salud son más proclives y, el año pasado, se inmunizó el 34% del personal, rozando el objetivo. Pero en los hospitales no lo hace ni uno de cada cinco profesionales.

"La cobertura aumenta lentamente, sería deseable que lo hiciera más, sobre todo entre los sanitarios", desea el jefe jefe del centro de salud de Pintor Colmeiro, Luciano Garnelo. Cuenta que se espera que la incidencia sea "moderada", pero advierte de que nunca se sabe si será la temporada de la "gran onda". "Es un virus que está muy adaptado al ser humano y que en cualquier momento puede provocar una pandemia y hay que estar protegidos", defiende. "La gente la confunde con los catarros, pero la gripe es una enfermedad muy seria que hace que ingrese y muera gente", subraya. En la pasada campaña, provocó de forma directa el ingreso de 280 pacientes y el fallecimiento de 22 en el área.

La campaña comenzaba este año con un conflicto de fondo. El Sindicato de Enfermería (Satse) advertía que las enfermeras no podrían vacunar sin la receta de un médico, tras el real decreto de diciembre del año pasado. El Sergas remitió una circular en la que indica que no es necesario al tratarse de una campaña de la autoridad sanitaria para preservar la salud colectiva. La subdirectora de Atención Primaria en Vigo, Elena Lorenzo, señaló que no hubo incidencias en el arranque de la campaña.