En la Carnicería Cambeiro, situada en el Mercado de Bouzas, ya se empiezan a acostumbrar a recibir premios por su trayectoria y buen hacer desde que José Cambeiro abriera la tienda hace más de 100 años.

Ahora los dueños del establecimiento son tres hermanos; Pilar, Rafael y Mari Carmen Cambeiro, que aprendieron el oficio de su padre y de sus tíos. "Toda nuestra familia se ha dedicado a la carne. Nos hemos pasado los cuchillos de generación en generación, pero creo que con nosotros se acaba la Carnicería Cambeiro", señala Pilar, la mayor de los hermanos. "Nuestros hijos ya se están enfocando hacia otros oficios porque tienen inquietudes diferentes", apostilla Rafael.

Pese a que es posible que cuando se jubilen los tres, la carnicería cierre sus puertas, a los tres hermanos no les da pena "porque un negocio de tercera generación como el nuestro permite que estemos muy orgullosos de lo que levantó nuestro abuelo, mejoró nuestro padre y continuamos nosotros", explica Pilar.

La mayor de los Cambeiro lleva 50 años en la profesión, mientras que sus hermanos se acercan a los 40. Toda una vida dedicada a la carnicería en la que han podido comprobar de primera mano el irremediable paso del tiempo, algo que también afecta a un establecimiento de alimentación como el suyo.

"A los comercios no les queda más remedio que adaptarse al cambio de la vida. Ahora todo el mundo vive más acelerado e incluso te piden preparaciones mucho más elaboradas que antaño, que tienes que saber hacer si no quieres ver como los clientes se van a la competencia", señala Pilar.

Los carniceros lamentan que Bouzas haya perdido buena parte del tráfico portuario que tenía décadas atrás y que ayudaba en buena medida a la empresa Cambeiro. "Nuestro padre vendía mucha carne a los barcos que atracaban en el muelle, pero ahora es una situación inimaginable", comentan los hermanos.

El galardón les ha cogido por sorpresa pero lo han recibido con alegría, "porque siempre es bueno que valoren tu trabajo", indica Rafael. "De todas formas, más que premios queremos que las administraciones ayuden a los pequeños y medianos comercios, porque nos han dejado solos", denuncia su hermana Pilar.