A pesar de que el padrón municipal pierde habitantes, algunas parroquias de la ciudad destacan por su crecimiento a lo largo de los últimos meses. El caso más llamativo es el de Navia, un barrio que en los últimos años ha ganado vecinos a un ritmo inusitado y que en la actualidad destaca por su tendencia positiva.

Según los datos del Concello, en la actualidad residen en esa zona 5.930 personas, 155 más que hace solo un año y -lo más significativo-, casi el doble que en 2008, cuando estaban censadas 3.047. Crece también el padrón en las parroquias de Alcabre, Comesaña, Coruxo, Freixeiro, Matamá, Saiáns y Sárdoma.

La zona centro y el Casco Vello tienen 21.091 vecinos, 118 más que en 2015. Supone además su mejor dato desde al menos 1998.