La familia ovejuna de Vigozoo ha crecido. Dos pequeñas ovejas ya corren por el recinto luciendo sus esponjosos rizos. Uno blanco, el otro negro. Esta peculiaridad se debe a que mietras la hembra, de raza gallega, pertenece a un tipo propio de las Rías Baixas de color blanco, el macho, originario de las montañas de Lugo y Ourense, es negro.

Además de los corderos, el zoo ha dado la bienvenida a una cría de canguro, a una de llama y a un guanaco, una especie de camello americano. Los trabajadores también se han puesto manos a la obra para intentar que las gallinas se reproduzcan.

En las próximas semanas los animales de granja seguirán en aumento. La burra fariñeira luce una enorme panza que augura una tierna cría. La burra llegó al zoo el año pasado junto a otro ejemplar, su hijo, y ya estaba embarazada.

Se trata de una especie no reconocida oficialmente pero que Vázquez certifica como autóctona y que varias organizaciones intentan proteger ya que se encuentra en peligro de extinción, por lo que el nacimiento de un nuevo ejemplar es una gran noticia. Estos animales eran utilizados antiguamente para transportar la harina, de ahí su nombre, y para todo tipo de tabajos de carga en el campo.