Vigo renueva su fervor por la Pasión

Al ritmo de los redobles de los tambores de los nazarenos, los costaleros de la procesión de la Pasión iniciaron ayer puntuales -ocho y media de la tarde- su marcha por las calles de la ciudad, portando las 10 imágenes que simbolizan las últimas horas de Jesús antes de ser crucificado y su muerte.

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio, Virgen de la Amargura y Cristo de la Fe, la Hermandad de la Pasión y la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad dieron vida a una procesión que salió desde la Parroquia del Sagrado Corazón, en Rosalía de Castro.

La imagen de la La Última Cena abrió el camino de los cofrades. Este retablo simboliza uno de los momentos más importantes para los cristianos, pues es aquí donde se instituye el sacramento de la Eucaristía: Jesús repartió el pan y el vino, ambos consagrados, entre sus apóstoles y concluyó con la frase "haced esto en conmemoración mía".

Tras la cena, El huerto de los Olivos, donde Jesús se retiró a orar y donde esperó a ser apresado tras la traición de Judas. Le siguió el Cristo del Silencio, que camina resignado hacia un final que ya conoce. Tras él, la banda de música y La flagelación, donde Jesús recibe los latigazos de sus captores.

Después, el Ecce Homo y el Nazareno, ambos escoltados solo por mujeres. Les seguía La primera caída, representación del tropiezo de Jesús al no soportar el peso de la cruz y la burla que recibe de sus verdugos.

Protección Civil acompañó con la música de los tambores a El Calvario, tradicionalmente guiada por ellos. Aquí se representan las últimas horas de Jesús. Le siguieron La Piedad, una de las tallas más reconocidas, y LaVirgen Dolorosa, queconcluyó la comitiva de retablos.

En total cerca de 120 costaleros portaron los pasos. Los voluntarios de última hora, tras la llamada de los organizadores, hicieron posible esta procesión, que cada año sufre hasta el último momento la falta de manos. Ángel Dorrego, uno de los encargados del acto, no tiene explicación para este hecho: "En el Cristo de la Victoria hay miles de personas, en la borriquita acuden cientos, pero para llevar los pasos de la Pasión, no sabemos qué le pasa a los vigueses".

Encabezando a los fieles que acompañaron a las imágenes, el obispo Luis Quinteiro. Junto a los devotos recorrió la calle Colón y García Barbón, donde se detuvo ante el templo de Santiago el Mayor. Allí los cristianos despidieron de la procesión con una canción religiosa.

Celebración en Bouzas y Teis

El barrio de Bouzas celebró también su tradicional procesión pero un ahora antes que la del centro: la Procesión del Nazareno y la Virgen Dolorosa de la Reconciliación. La salida se produjo desde la iglesia de San Miguel, en la calle Sebastián Elcano, donde también concluyó tras caminar por las calles adyacentes. Una procesión idéntica salió a las siete de la tarde de la iglesia del Divino Salvador de Teis.

Hoy continúan los actos para conmemorar la muerte de Jesús y su sacrificio para redimir los pecados de los hombres. Según la tradición, este día la Iglesia no celebra los sacramentos. El altar de las parroquias debe estar desnudo: sin cruz mantel o candelabros.

La Cofradía del Santo Entierro sale de la Concatedral de Santa María a las siete y media de la tarde. Discurre por las calle Oliva hacia la Plaza de la Constitución, la calle Triunfo y la Plaza de la Iglesia.

A las ocho y media tiene lugar la procesión de la Virgen de la Soledad, de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio, Virgen de la Amargura y Cristo de la Fe. La salida es desde la Iglesia del Sagrado Corazón, en Rosalía de Castro. La imagen del Cristo de la Fe será portada a hombros por la Policía Local con sus trajes de gala y la entregarán en la iglesia de Santiago el Mayor.