La sentencia dictada por la magistrada del Juzgado de lo Penal 3 de Vigo, que no es firme y puede ser recurrida, considera "instrumentos peligrosos" tanto los tres perros que azuzaron contra los agentes, como la barra de hierro que utilizó uno de los condenados y la escoba que blandía la abuela.

En el caso de los canes matiza que "un perro en determinadas circunstancias y con independencia de su raza puede llegar a ser un instrumento peligroso, como en el presente caso", ya que mordieron a los agentes y fueron azuzados para amedrentarlos.

"El ataque de los perros se debió a la voluntad de los acusados, incide. En este sentido resalta que los azuzaban con palabras y hechos "muerde, muerde, ataca, ataca" e hicieron caso omiso cuando los policías les requirieron que apartaran a los animales, pues también atacaron a los agentes que llegaron de refuerzo.