El pirulí, los negocios cerrados en la calle Pizarro, las casas deshabitadas de la rúa Puerto rico, el policlínico Cíes, el edificio de la Fundación de San Rosendo y los chalés abandonados en Vázquez Varela. Estas son las siete estaciones del vía crucis que los vecinos y comerciantes del entorno del antiguo Hospital Xeral realizaron ayer por el barrio para mostrar su "deterioro".

Ven en la instalación de la Ciudad de la Justicia en el hospital una buena solución y piden que el proyecto sirva para regenerar todo el entorno. Quieren que la propuesta no "caiga en el olvido" y, para ello, respaldan la petición del alcalde, Abel Caballero, para que se firme un convenio que garantice que va a "seguir adelante" y que "no lo pueda echar abajo cualquier cambio en Gobierno central o en la Xunta". "Para respirar tranquilos", concluyen.

En su particular calvario, la primera estación de vecinos y comerciantes fueron las antiguas urgencias del Xeral. Junto a la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública reivindican que el Sergas dé uso de forma inmediata a este anexo (el I) y ubique en él el centro de alta resolución planificado en la época del bipartito y asumido en la época de Pilar Farjas en la consellería de Sanidade. Vicepresidencia de la Xunta anunció que este edificio se reserva para la Ciudad de la Justicia, así como la torre, mientras que es el anexo II el que se destina a usos sanitarios -en el que ya está operativo un centro de salud, urgencias extrahospitalarias, el Centro de Orientación Familiar...-.

La segunda parada fue en los negocios cerrados en la calle Pizarro, tras la bajada de actividad que supuso la clausura del hospital. Las casas abandonadas de la rúa Puerto Rico también están entre sus preocupaciones, así como la falta de un destino para un edificio como el policlínico Cíes. Frente a la parroquia de Santa Rita, denunciaron el desvalijamiento del que está siendo objeto el edificio de la Fundación San Rosendo y concluyeron con la visión de los chalés deshabitados de Vázquez Varela. "Que multen a sus dueños para obligarles a mantenerlos", reclaman.