El picudo rojo continúa haciendo estragos en Vigo. Tras acabar con decenas de palmeras y obligar al Concello a realizar talas masivas en zonas como Pereiró o Areal, ayer le tocó el turno a otra ubicada en el parque de María Xosé Queizán, junto a nudo de Isaac Peral.

El gobierno local se ha visto obligado a poner en marcha un plan de choque para evitar que los ejemplares, devorados por completo por este coleóptero, puedan llegar a desprenderse -particularmente sus ramas- y causar daños a los viandantes. El plan, al que se le han ido sumando otros enclaves, incluye la tala de los ejemplares en Pereiró, Portanet, A Seara, Fontoura o Eijo Garay. En el parque de Castrelos y O Castro se aplicó un tratamiento preventivo.