Un temporal tras otro dejan en la ciudad un rastro de incidencias: graves inundaciones en varias calles y en el entorno del estadio de Balaídos, el desbordamiento del río Lagares, peligro de desprendimiento de cascotes, carreteras cortadas y árboles caídos en Castrelos. Pero las borrascas provocan además cifras meteorológicas récord: la madrugada del viernes la temperatura mínima no descendió de los 14 grados, la más baja de un mes de enero desde que hay registros (1957) y se recogieron 51 litros por metro cuadrado, la cifra más alta desde 2014.

Bomberos y Policía Local no podían contabilizar ayer el número de salidas efectuadas para atender todas las alertas ciudadanas a causa de la lluvia. Su trabajo comenzó a las seis de la mañana con los primeros avisos por contenedores desplazados y flotando y tapas de alcantarilla que no soportaban la presión de la fuerza. Antes de las diez de la mañana la Policía había registrado más de 50 incidencias.

A pesar de estos datos Juan Taboada, meteorólogo de Meteogalicia, asegura que la consecución de temporales es "normal en Galicia" solo que en esta ocasión "se están produciendo uno tras otro y con cierta intensidad". El experto explica que estas borrascas y el viento del sur, que trae aire más cálido de lo habitual, son los que están provocando además las altas temperaturas: "La presencia de nubes tan bajas evita que el calor que se acumula durante el día se escape por la noche, por lo que la temperatura casi no se mueve durante todo el día".

Mientras el termómetro marcaba los 16 grados en la madrugada, el río Lagares comenzaba a desbordarse, inundando Castrelos, rodeando el estadio de Balaídos y anegando el cauce en su transcurso por Samil. Los conductores que habían aparcado en la zona descubrían incrédulos cómo el agua se había metido hasta el interior de sus coches. La grúa trasladaba algunos vehículos en Balaídos mientras otros propietarios se remangaban los pantalones hasta la rodilla para intentar llegar a sus coches.

El agua alcanzó medio metro de altura en algunas zonas, impidiendo el tránsito. Las calles Cañiza, Julián Estévez, Olímpicos, Ramón Nieto y la confluencia de Isaac Peral con Areal tuvieron que ser cortadas al tráfico. Además las malas condiciones de circulación provocaron pequeños accidentes que sumados a los cierres ocasionaron una circulación muy lenta durante toda la mañana.

El parque de Castrelos también se vio anegado por el agua y el viento derribó uno de sus árboles, junto a otras muchas ramas que los operarios se afanaban por limpiar.

Otra zona afectada fue la de Sárdoma, con múltiples inundaciones, y San Paio de Navia, donde un autobús escolar tuvo que tomar una vía alternativa por blusas de agua en la carretera. En Urzáiz los bomberos precintaron un edificio por peligro de derrumbe. Repitieron la operación en García Barbón, donde tuvieron que retirar chapas metálicas por peligro de desprendimiento de un edificio.

Vigo no fue la única ciudad que sufrió las consecuencias del temporal. Los ríos Miño, Tea, el Verdugo o el Umia mantuvieron a los vecinos de las zonas limítrofes a su cauce pendientes de su crecida y también llegaron a desbordarse. Ayer Galicia ponía un ojo en sus ríos y otro en el cielo y así continuará hoy y mañana con la llegada de nuevos frentes.

Sin soluciones

El alcalde, Abel Caballero, afirmó que las zonas próximas al río Lagares "no tienen solución" cuando se registran lluvias tan intensas, pero matizó que "la ciudad aguanta bien" en momentos de temporal. En cuanto a las medidas que el Concello va a tomar para solucionar el problema señaló que hay que "quitar los coches" para "tratar de que los daños sean los menos posibles".

El grupo municipal del PP denunció la "pasividad" del Concello ante los desperfectos que determinadas zonas de la ciudad sufren cada vez que llueve y pidió una inversión de urgencia para solucionar el problema.

El concejal popular Miguel Fidalgo reclamó al alcalde Abel Caballero "más inversiones para evitar las inundaciones y menos gasto de Aqualia en dinosetos y olivos". Los ediles populares ofrecieron "toda la colaboración que sea necesaria", pero pidieron "seriedad" a Caballero y la mayor celeridad posible.