Los meses de verano las avispas sales en busca de comida. Acuden a colmenas de abejas, a la fruta y otros alimentos. Es entonces cuando se hacen más visibles y las alertas vecinales aumenta. Pero cuando llega el otoño los nidos continúan apareciendo en tejados de edificios, colegios, montes, parques. "Allí donde haya agua, allí aparecen, están por todas partes", cuentan los bomberos. Cada día los bomberos salen una media de tres veces alertados por una de estas colmenas.

La llegada de la lluvia ha provocado que las salidas disminuyan, pero todavía tienen 30 nidos pendientes de ejecutar. Los bomberos se muestran realmente preocupados por esta plaga que parece no tener coto. "Nosotros vemos las que hay en la ciudad, pero ¿quién puede controlar todos los nidos que hay en el monte?", se preguntan. "Si no se paran van a acabar colonizando toda la península", advierte Carlos Rodríguez, jefe de equipo de los bomberos de Balaídos al alcalde.

El Concello trabaja en la retirada de nidos desde 2012. De ello se encargan tanto bomberos como el equipo de desinfección. Solo desde julio han tenido que deshacerse de 75 avisperos. Los expertos alertan de que si no se actúan con contundencia el próximo verano la plaga se recrudecerá todavía más y quizá sea tarde para ponerle límites.