Los padres se enfrentan estos días a las preguntas de sus hijos sobre los atentados terroristas ocurridos en Francia hace una semana. El Ministerio de Educación francés ha emitido una serie de manuales para ayudar a los profesores y padres a abordar el tema.

"No he visto las imágenes, prefiero no verlas porque creo que hay cosas horribles. Solo quiero saber por qué lo hicieron", Noe, 10 años. "¿Qué son los terroristas, pueden venir a nuestra casa?, Antoine, 7años. Estas son algunas de las preguntas realizadas por niños franceses que recoge la guía que el Ministerio de Educación galo ha difundido. Estas y otras cuestiones rondan la cabeza de los niños, muchas veces sin que lleguen a expresarlas. Los expertos recomiendan preguntar a los menores si tienen alguna preocupación al respecto de lo que están escuchando o viendo sobre los ataques en París. En las respuestas es necesario adecuar las explicaciones a la edad de cada niño, lo que no quiere decir que se distorsione la información. "¿Quiénes son los asesinos? Mientras la policía realice su investigación todavía no sabemos mucho acerca de estos asesinos. Lo que se sabe es que son terroristas: las personas que utilizan la violencia y el terror para imponer sus ideas. Están incluso preparados para morir por ellas", reza uno de los apartados dedicado a niños de entre 7 y 11 años.

Los psicólogos defienden el diálogo abierto frente al silencio, ya que este no restaura la sensación de seguridad que pueden haber perdido los niños ante estos actos. Crear un entorno de confianza donde el niño pueda preguntar con franqueza generará en ellos una mayor tranquilidad.

La Fundación Mario Losantos del Campo, experta en duelo infantil, recuerda que los más pequeños imitan su entorno y por tanto es importante la actitud que los padres muestren. "Una parte de ellos está triste porque ven tristeza y también porque creen que es lo que se espera de ellos", relata la psicóloga infantil Patricia Díaz en la web de la fundación.

El ministro francés de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, invita en una carta a los padres ha compartir también sus inquietudes con los profesores. Un intercambio que considera esencial para que todo el entorno de los menores pueda abordar la situación con más recursos discursivos.