La escalada del número de episodios graves de malos tratos en Vigo y la falta de medios para hacerle frente preocupa también al fiscal de Violencia sobre la Mujer. Alberto Valle Pavón coincide con el diagnóstico de la delicada situación realizado por la magistrada de la sala, Paz Filgueira, que solicitó un juez de refuerzo para el juzgado "desbordado por la brutal oleada de casos graves". Un apoyo que, de momento, la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Xustiza ha desestimado al considerar prioritarias las necesidades de los juzgados que instruyen las causas de A Pedra y la Operación Patos, ésta última sin juez de apoyo todavía.

El fiscal de Violencia, que cuenta con el refuerzo de otro compañero aunque prefiere no opinar sobre su situación personal, resalta que lo preocupante no es el número de asuntos, casi 900 en lo que va de año, sino su gravedad. "Desde primavera, con el apuñalamiento en la garganta de la auxiliar de Povisa, la escalada de casos graves se sucede y no hay medios suficientes para atenderla. Entiendo que habría que adoptar medidas porque el juzgado a veces se desborda, no es la primera vez que se da esta situación y todo sigue igual", explica Valle Pavón.

A los tres asesinatos de mujeres cometidos en los dos últimos meses, así como varios intentos de homicidio que se encuentran en fase de instrucción, se suman varias agresiones sexuales graves. De momento el Juzgado de Violencia tiene siete presos preventivos, que previsiblemente se ampliarán a nueve con los dos últimos casos en investigación. Pero no son solo estos asuntos los que le preocupan: "El maltrato habitual no se instruye y se resuelve en dos meses. Hacen falta informes que llevan su tiempo. La carencia de medios es extensible a todo, a los policías, forenses o equipo psicosocial. Por desgracia el repunte de violencia no se da solo en Vigo" .

Valle Pavón, que lleva dos años en el que es su primer destino, apunta también la falta de espacio físico en las propias instalaciones del juzgado. Los detenidos tienen que compartir una pequeñísima sala con los imputados y las víctimas disponen de otra similar, contigua a la de sus maltratadores: "Aquí todos tratamos de evitar que se encuentren, pero el espacio es muy pequeño", apostilla.

Pese a estas carencias, el fiscal quiere transmitir esperanza a las mujeres maltratadas y las anima a denunciar: "Cualquier víctima en situación de miedo tiene que saber que estamos aquí, trabajando por ellas y les animo a que denuncien. Haremos lo que esté en nuestra mano para protegerlas y hay alternativas como las órdenes de protección y las pulseras telemáticas. La tolerancia de la víctima incrementa el maltrato. Con lo que tenemos, trabajamos y conseguimos resultados. Todos los profesionales estamos a su servicio y estamos coordinados policías, forenses y red de Mulleres. Ninguna mujer se queda sin atención."

Un día después de que la magistrada de Violencia aportara el dato de que cada policía destinado a la protección de mujeres en Vigo debe asumir entre 80 y 100 víctimas y que el sindicato policial advirtiera que se supera el ratio de 20 mujeres por agente, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, rechazó ayer la falta de medios policiales para luchar contra la violencia de género. "Ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil escatimarán recursos para proteger a las víctimas", aseguró. Aunque no concretó el número de efectivos destinados a este fin pues "cambia continuamente", apostilló que las órdenes de protección las llevarán a cabo "con los medios que sean necesarios".