Una noche con una "inmensa afluencia y tranquilidad absoluta". Así definió ayer el alcalde, Abel Caballero, la pasada festividad de San Juan en la ciudad. El regidor olívico hizo además balance del dispositivo de limpieza movilizado para recoger los residuos tras la celebración y cifró en más de 34 toneladas las recogidas solo en cenizas de las fogatas. "A las seis de la mañana empezó la limpieza por la zona de O Berbés y continuó por el resto de la ciudad", explicó.

Para que las celebraciones discurriesen "con absoluta normalidad", el consistorio movilizó a 58 efectivos de la Policía Local, 23 bomberos, cuatro vehículos de Protección Civil y a 22 voluntarios que se repartieron por los diversos arenales vigueses. "No se recuerda en la ciudad una afluencia de tantas personas como la de ayer [por el martes]", enfatizó el regidor olívico.

A partir de las cinco de la madrugada los efectivos de bomberos comenzaron a "enfriar y echar agua" en todas y cada una de las 19 hogueras autorizadas en Vigo. Y, una hora más tarde, arrancó en la zona del Berbés el dispositivo de limpieza con 60 personas y 22 vehículos.

Además, la Policía Local estableció dos puntos de control de alcoholemia a lo largo de la ciudad durante la madrugada de San Juan. El primero fue en la calle García Olloqui, donde realizó 48 pruebas, todas ellas con resultado negativo; y el segundo en la avenida de Samil, con 70 test de los que solo 6 dieron positivo.

Los bomberos también vivieron una noche tranquila en el área metropolitana, con algún incidente sin mayor trascendencia.