La incógnita está resuelta. El actual director de Asistencia Sanitaria del Servicio Galego de Saúde, Félix Rubial Bernárdez, asumirá la Gerencia del Chuvi y de los centros de salud de los 26 ayuntamientos de la comarca de Vigo. El responsable de la coordinación de la atención entre las siete áreas sanitarias gallegas centrará ahora sus esfuerzos en la de Vigo. No tomará el relevo del cargo que deja Mario González González hasta finales de la semana próxima, ya que el Consello de la Xunta -que se celebra los jueves- deberá cesarle antes de su puesto en la directiva del Sergas.
La Consellería de Sanidade apuesta por uno de sus gestores de "máximo nivel" por la importancia que otorga a la puesta en marcha del nuevo complejo de Beade, según explican fuentes sanitarias. Rubial Bernárdez, con una dilatada experiencia en gestión hospitalaria, formó parte del equipo directivo que coordinó el traslado del Xeral-Calde al nuevo Hospital Lucus Augusti (HULA).
El estradense Félix Rubial (1968) se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Santiago y se especializó en Medicina preventiva y salud pública en el complejo de esta misma ciudad (CHUS), donde después ejerció en el Servicio de Admisión y documentación clínica. Su experiencia en gestión hospitalaria comenzó en el año 2000, cuando asumió la Dirección médica del Hospital da Costa (Burela). Tres años después, se trasladó al lucense Xeral-Calde para desempeñar el mismo cargo, en el que repitió entre 2009 y 2012, coincidiendo con el traslado al nuevo Lucus Augusti. Entremedias, pasó por la Subdirección médica del complejo de A Coruña -de 2005 a 2006- y por la Dirección operativa del CHUS -de 2006 a 2009-.
Rubial se convirtió en director xeral de Asistencia Sanitaria con la reorganización que sufrió la consellería en 2012, tras la marcha de Pilar Farjas al Ministerio de Sanidad y con el nombramiento de Rocío Mosquera como titular de Sanidade. En estos tres años, entre otras cuestiones, se ha ocupado de definir objetivos asistenciales, de establecer las directrices generales que debían seguir las siete áreas sanitarias gallegas, así como de controlar y evaluar la actividad de los distintos centros, impulsando la efectividad y la eficiencia. Así, posee un conocimiento global y extenso del funcionamiento de la sanidad gallega y está al tanto de los problemas y cuestiones particulares de cada área.
Además, está acostumbrado a lidiar con conflictos y polémicas. De hecho, es habitual que aparezca ofreciendo explicaciones sobre decisiones e iniciativas del Sergas tanto en los medios como en comisión parlamentaria. En concreto, en cuanto a Vigo, expuso los motivos por los que se escogió al Meixoeiro como centro de referencia para el ébola, explicó los planes para el hospital en plena crisis de cierre de camas por humedades u ofreció las justificaciones de por qué se desvió a Santiago la población del norte de Pontevedra y O Salnés, que antes tenía como referencia a Vigo.
El principal reto de Félix Rubial en Vigo será la puesta en marcha del nuevo hospital, bautizado como Álvaro Cunqueiro. La oficialización de su cargo, prevista para finales de semana, coincidirá con la finalización de las obras del complejo que se levanta en Beade. La UTE concesionaria debe entregar la infraestructura el próximo viernes, 24 de abril. El siguiente paso es que el Sergas verifique las instalaciones y las dote del equipamiento clínico y la tecnología necesaria. Parte se reaprovechará y otra, será nueva. Hay una decena de expedientes en marcha para estas adquisiciones y se espera que empiecen a resolverse ahora.
Al mismo tiempo, Rubial deberá abordar con los profesionales tanto la futura distribución de la plantilla, como el protocolo del traslado. Otra de las cuestiones pendientes a las que tendrá que enfrentarse es la conclusión del proceso de unificación de servicios.
La puesta en marcha del nuevo complejo será gradual. Se prevé que la inauguración se haga en el mes de julio. Se empezará por lo más sencillo, las consultas externas y los hospitales de día, hasta completar la zona ambulatoria en el plazo aproximado de un mes. A lo largo del siguiente, se mudará la zona de hospitalización y, al tiempo que se trasladen los servicios que requieren cirugías, se irán abriendo los quirófanos. Con el cierre de los servicios de urgencias del Xeral y el Meixoeiro y su unificación física en Beade se dará por concluido el traslado propiamente dicho. Sin embargo, todavía quedará mucho trabajo por delante: la adecuación del Meixoeiro y el Nicolás Peña a sus nuevos usos, lo que implicará obras de reforma que se prolongarán, al menos, un año más.
