Tras un mes de saturación en las Urgencias y con la llegada del pico de la gripe, el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) ha agotado las 1.240 camas de las que dispone y, ayer, ha tenido que recurrir a un centro privado, el Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, para ingresar enfermos.
El número de pacientes que recurre estos días a los servicios de Urgencias no es demasiado elevada. De hecho, el martes acudieron 438 personas, un 13% menos de lo habitual -501-. El problema es que se trata de casos más graves y que acaban en ingreso un porcentaje mayor. En concreto, el día 6 subieron a planta el 15,53% de los enfermos que acudieron a este servicio, frente al 12% de media.
Una vez más, las camillas y sillas de ruedas abarrotaron ayer las salas de espera, los boxes de observación y los pasillos. Si, hasta esta semana, la saturación en Urgencia estaba relacionada con una mayor frecuentación de pacientes complejos, ahora, las dependencias están colapsadas por la acumulación de pacientes pendientes de subir a planta. El Hospital Xeral ya empezó a sufrir este problema en la noche del lunes al martes, cuando desviaron ingresos al Meixoeiro. Ayer, agotadas las camas del complejo, se optó por derivar al Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima. Los sindicatos se preguntan por qué la dirección del área no ha habilitado, como en otras ocasiones, plazas del policlínico Cíes. Este centro, destinado a cirugías de ciclo corto, dispone en la tercera planta de una zona de hospitalización que se emplea para pacientes que acaban de ser sometidos a operaciones ambulatorias y que requieren estancias cortas, que rara vez superan el día. Ayer estaba vacía por falta de actividad. Desde el sindicato de Enfermería (Satse), explican que la Dirección de Procesos sin Ingresos y Urgencias argumentó que no hay personal para habilitarla.
Las urgencias del Xeral amanecían con 21 pacientes esperando a subir a planta, según CCOO. El Satse indica que, a las 11.00 horas, todavía eran once los que no habían conseguido cama y, a las 15.00 horas, siete. Esta central asegura que hay varios pacientes que pasaron hasta tres días en boxes de observación.
En el Meixoeiro, a media mañana eran 26 los enfermos que esperaban por una cama, según Satse, que reprueba la "escasez" de personal de Enfermería en ambos centros. La CIG denuncia que el servicio incluso se quedó sin camillas. A pesar de que está teniendo poca incidencia por los elevados servicios mínimos -buena parte del tiempo, el 100%-, la plantilla de médicos de estas Urgencias permanece en huelga indefinida desde el 15 de diciembre. Reclama más personal ante el aumento de la complejidad de los casos que les llega.
CCOO pide una "solución inmediata a esta situación". CIG-Saúde de la comarca viguesa va más allá y pide la dimisión de la Gerencia por "incapacidad manifiesta de organizar recursos asistenciales". Considera que los repuntes de actividad en Urgencias son "perfectamente previsibles" y que se pudieron adoptar medidas, en vez de "reducir medios". El Sergas asevera que reforzó el personal, con facultativos y enfermeros, en "servicios críticos".
Ante esta situación de insuficiencia de camas, se mira al futuro, hacia la nueva infraestructura que debería solventar las deficiencias estructurales del área. La Xunta ha prometido 1.465 camas para el nuevo hospital de Vigo. El Sergas acaba de sacar a licitación, por 3,98 millones de euros, la compra de 941. De ellas, 707 son de hospitalización, 37 de urgencias, 12 para el hospital de día de Oncología, 69 de críticos y 12 para partos, entre otras. Sanidade alega que aún falta por adquirir las camas de Pediatría -que tendrá 43 habitaciones-. Sostiene que el resto, un 30% del total, serán cubiertas con aquellas del Xeral que estén en buenas condiciones y asegura, que si hace falta, comprará más.
