La dedicatoria que la sociedad conserva con mayor orgullo es la que dejó a su paso por los escenarios vigueses Pau Casals, uno de los mejores violonchelistas de todos los tiempos, compositor del himno de la ONU.
La dedicatoria que la sociedad conserva con mayor orgullo es la que dejó a su paso por los escenarios vigueses Pau Casals, uno de los mejores violonchelistas de todos los tiempos, compositor del himno de la ONU.