El antiguo restaurante Jonathan, en pleno paseo de Samil y ahora en manos del Concello tras fallecer la titular de la concesión, la conocida empresaria Karina Falagan, deberá ser reformado a fondo por quienes pasen a asumir la gestión del edificio, que seguirá dedicado a uso hostelero. La explotación saldrá a concurso próximamente y ya han quedado perfilados los criterios generales, que recogen entre otras la obligación de invertir como mínimo medio millón de euros en las obras para modernizar el edificio y reducir su impacto paisajístico sobre el paseo y la playa.

Los futuros gestores tendrán que realizar "un nuevo concepto exterior en cuanto a materiales y diseño funcional", señala el primer informe técnico. Entre los cambios figura también la sustitución de la carpintería, los paramentos del techo, las paredes y suelo; y deberá proponerse la construcción de una nueva cubierta que tenga espacios abiertos "sin incrementar el aprovechamiento ni elevar las pendientes". En el concurso se puntuará la mejora estética y la funcionalidad, así como la renovación de materiales, la supresión de elementos que provoquen impacto ambiental, y la mejora de la accesibilidad al local hostelero.

El gobierno municipal, que acaba de adjudicar el derribo de As Dornas, otra de las concesiones de Samil, ha decidido mantener en pie el Jonathan. El informe indica que es necesario dar servicio a los ciudadanos en la principal playa de Vigo y la de mayor afluencia de Galicia. "Existe una fuerte demanda de los usuarios", señala. A esta finalidad se uniría la de generar empleos tanto directos, por el personal que sería contratado para atender el establecimiento hostelero, como indirectos "a través de la potenciación del turismo que se produciría en la playa".

El Jonathan, cuya concesión data de 1976, está situado en un lugar privilegiado junto a la playa, a la que acuden miles de personas cada día en verano. El antiguo restaurante fue uno de los clásicos de Vigo con la carismática Falagan al frente desde su apertura, y vivió su época de esplendor en los 80 y los 90. En los últimos años fue decayendo hasta cesar completamente la actividad. La concesión era de 50 años, pero el contrato establecía su extinción en caso de fallecimiento del titular, de ahí que el Concello iniciase los trámites para recuperar el establecimiento. El 17 de diciembre tomó posesión del inmueble.

Este tiene una superficie construida de 1.015 metros cuadrados divididos en sótano, baja -con 464 metros cuadrados cada una de estas dos plantas- y nivel bajo la cubierta con 85 m2. Los criterios de adjudicación tendrán en cuenta el volumen de inversión, el incremento del canon mínimo a pagar al Concello y la presentación del proyecto de renovación del diseño, con especial atención a la apariencia interna del local, la supresión de barreras visuales y la renovación de la cubierta.

El expediente para sacar a concurso la concesión ya se ha puesto en marcha y los técnicos y jurídicos de la Concejalía de Urbanismo preparan el pliego de condiciones. El Plan Xeral admite el mantenimiento de las construcciones del paseo de Samil y autoriza obras de conservación, así como la instalación de usos terciarios de restaurante, café bar y similares.