La coordinación entre los tres aeropuertos gallegos defendida desde la Xunta con el final de las ayudas a las compañías como telón de fondo parece un objetivo imposible. Al igual que hizo el Concello socialista de Vigo, acusado de "desleal y localista" por el gobierno autonómico, el de A Coruña, del Partido Popular, escenificó ayer su apuesta por la negociación de nuevos vuelos para su aeropuerto a golpe de talonario. A través del Consorcio de Turismo, el ejecutivo que preside Carlos Negreira destinará hasta cuatro millones de euros a los acuerdos que se traduzcan en más conexiones aéreas en Alvedro. Y ni tan siquiera serán enlaces internacionales, como el de Vueling a Londres o el de la TAP a Lisboa, sino que A Coruña también subvencionará vuelos nacionales como el ya pactado a Madrid con Air Europa. Con esta decisión, el regidor herculino se desmarca, esta vez por completo, de la postura oficial de la Xunta tan aireada por sus compañeros de partido en Vigo de rechazo absoluto a los acuerdos con las aerolíneas, y le acerca, por muy paradójico que parezca, a su homólogo en la ciudad olívica Abel Caballero.

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