El dos de septiembre de 1917 se inauguró el Laboratorio Oceanográfico de Vigo, que se instaló provisionalmente en el pabellón de la Sociedad de Salvamento de Náufragos. Lleva pues prácticamente un siglo dedicado al estudio y cuidado de los mares.

Su puesta en marcha se debió a la Iniciativa del director del Instituto Español de Oceanografía, D. Odón de Buen, que lo consideraba de absoluta necesidad y con insistencia había sido reclamada su instalación por hombres de ciencia y por asociaciones y juntas de pescadores, de armadores, de conserveros, "y de cuantos viven al amparo de la riqueza pesquera".

El ministerio de Marina había dispuesto por Real Orden de 3 de abril de 1911 su creación en las costas gallegas y por decreto de abril de 1914, su establecimiento en Vigo. No se trataba solo de una empresa científica, se trataba del estudio, la defensa y el fomento de la pesca, que solo en Galicia, alcanzaba entonces anualmente la cifra de cien millones de pesetas.

Por todo ello y ante la demora de su puesta en marcha, se pedía el cumplimiento de la Real orden de 1911 y que el ministerio de Marina, "al que no deben escatimarse los aplausos por el interés creciente que demuestra, sostenga con el Laboratorio Oceanográfico con fines de carácter económico y el más riguroso plan científico".

Desde el principio se consideró fundamental implicar a la Junta de Obras del Puerto, "que cooperará, seguramente, a estos fines y no deben escatimarle su concurso las asociaciones de fabricantes, constructores de buques, de armadores y de marineros".

El amplio salón del Laboratorio que el Instituto tuvo en el Pabellón portuario comprendía una sección de química "en la que se hacen a diario los análisis del agua del mar capturada en las salidas de la Comisión Oceanográfica con el buque que la Marina ha dejado a su disposición y una sección muy completa e importante de aparatos para capturar agua, fondos del mar, plankton, determinar temperaturas, etc., hasta las mayores profundidades y un pequeño museo de los animales capturados por la Comisión, además de microscopios centrifugadores; depósito de material de pesca, etc.

El visitante podía ver de un modo gráfico, en láminas, "las variaciones diurnas de la temperatura en la ría y de la cantidad de oxígeno respirable en la superficie, a 5, 10 y 25 metros de profundidad durante el verano".

Con el doctor Odón de Buen, trabajaron en esos primeros años del Laboratorio el capitán de corbeta Luis Verdugo y el teniente de navío Alfredo Saralegui, los catedráticos Rafael de Buen y Antonio Ipiens; el doctor Antonio Becerra y el contramaestre Benigno Rodríguez.

Sin instalaciones fijas

Señala Alberto González-Garcés Santiso, exdirector y actual consejerotécnico del Instituto Oceanográfico vigués y autor con Santiago Lens y Uxía Tenreiro de Historia del Instituto entre 1917 y 1974, que el Pabellón de Salvamento de Náufragos fue ocupado por el Laboratorio Oceanográfico de Vigo, hasta 1920, año en el que por dificultades económicas hubo que abandonarlo.

Desde entonces y hasta 1935, el Instituto Español de Oceanografía no tuvo instalaciones fijas en Vigo. Ese año se instaló "en un amplio edificio de la señora Viuda de Prieto", situado en la calle de Nicolás Salmerón 16, hoy Areal.

Estas instalaciones, de unos 800 m2, constaban de varias secciones, tenía un despacho, una sala "de batalla" donde se colocaban las muestras de pescados y otras salas con diversos útiles de trabajo, tales como frascos y recipientes con alcohol conteniendo muestras varias de peces, mariscos, plancton, etc. Se contaba ya con gran parte del material necesario para empezar los trabajos, que posteriormente, en octubre de 1938, se amplió con material procedente de la antigua Delegación de Pesca.

Desde 1943, El Centro Oceanográfico de Vigo dispone de un mareógrafo situado en el Puerto pesquero del Berbés gracias a la colaboración de la Autoridad Portuaria de Vigo y proporciona informaciones de manera continuada. En la actualidad desarrollan su actividad en el Centro 140 trabajadores. De ellos 67 son investigadores, 60 de apoyo a la investigación y13 de tripulación de los barcos de investigación oceanográfica y pesquera que son el Cornide de Saavedra, de 66 metros de eslora, y José María Navaz , Ángeles Alvariño y Ramón Margalef todos con base en Vigo.