El manifiesto de alcaldes y patronal no fue el único gesto de rechazo a los peajes que se escenificó ayer en Portugal. Decenas de coches secundaron la convocatoria de protesta y bloquearon durante cerca de una hora -aproximadamente desde las siete a las ocho de la mañana- los accesos a Viana do Castelo. "Ha sido un éxito total y absoluto. En total la caravana se ha prolongado durante siete u ocho kilómetros", explicaba ya a media mañana el portavoz de la plataforma lusa "Naturalmente Nao as Portagens na A-28", Pedro Passos.

Los manifestantes protagonizaron además un "bocinazo" en el que se vieron implicados coches, camiones y autobuses. El "claro" seguimiento de la concentración es prueba, para Passos, del consenso que genera la oposición a los pórticos y el rechazo absoluto a los planes del Gobierno -más tarde aparcados, según Lisboa- de fijar nuevos peajes en el país.