Punto de reunión social, de encuentro con la chica o el chico que levanta suspiros en el barrio, panacea para los estudiantes y una forma de solucionar el problema de la colada cuando no es posible hacerlo en casa. Muchas películas americanas reflejan el espíritu de este tipo de locales de lavado y secado rápido de la ropa, que ahora llegan aquí.

Desde mediados de febrero Vigo cuenta ya con una lavandería, que es, además, la primera de Galicia. Su nombre sí que está en inglés, Quick & Clean (Rápido y Limpio), pero el creador y propietario procede de Francia, un país donde también está bastante implantado este tipo de negocios. Stephane Menier trabajó durante más de dos décadas en la planta de Citroën en su ciudad natal, Rennes, situada en la Bretaña. Llegó a Vigo hace cuatro años, para reforzar un proyecto dentro del lanzamiento del C4 Picasso. Aquí conoció a su novia, Sonia Pérez, y, dos años y medio después, empezó a pergeñar posibilidades para abrir un negocio que le permitiese permanecer en Vigo. Preguntándole a ella por un negocio de lavandería y enterándose de la ausencia de este tipo de locales, decidió ser pionero en el campo. Y se quedó, encantado, como en casa: "Galicia es muy parecida a la Bretaña".

El establecimiento se encuentra situado en la calle Santo Domingo, y el rótulo se ve ya desde la Plaza de Fernando el Católico. Aunque el perfil mayoritario de los usuarios de este tipo de negocios suele ser el de los inmigrantes, y que en la zona en la que se encuentra Quick & Clean habita población de diferentes nacionalidades, son los clientes vigueses los que más utilizan los servicios que ofrece el negocio de Menier. "Son gente del barrio que vienen, sobre todo, a lavar mantas y edredones que no caben en una lavadora convencional", explica el propietario.

La sala está compuesta por cinco máquinas lavadoras y dos secadoras y ofrece también el servicio de planchado exprés. Se programan de forma sencilla y el objetivo es que el cliente sea autónomo a la hora de utilizarlas. Menier ubicará un sistema de seguridad para poder controlar el negocio desde casa, aunque en los primeros meses de funcionamiento estará disponible en el local para solventar cualquier posible duda.

Otra de las novedades que ofrece Clean & Quick es que no es necesario llevar producto de lavado alguno. Esto puede fastidiar los planes de acercamiento de algún ligón, ya que en América es truco legendario el de pedir detergente o suavizante para poder entablar una conversación. Aquí las máquinas se programan de forma automática en función del programa de lavado solicitado y emplean el producto más adecuado para cada servicio: lejía, suavizante, detergente, separador de colores, abridor de fibras para lavar prendas muy sucias... "En Francia sí que hay muchas lavanderías en las que hay que llevarse el jabón de casa", explica Menier.

Esa autonomía que proporcionan las máquinas permite dejar la tarea de la colada en marcha y ausentarse durante una hora, hasta que la ropa esté limpia y perfumada.