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ICIAR CIMAS - Neuróloga del hospital Povisa

"Las asociaciones tienen un papel básico en la atención del Parkinson"

"Faltan centros públicos que ofrezcan terapias funcionales"

"Las asociaciones tienen un papel básico en la atención del Parkinson"Jesús de Arcos

Mañana se celebra el Día Mundial del Parkinson, una enfermedad de alta incidencia en Galicia, donde afecta a casi diez mil personas. Con este motivo, la asociación Parkinson Vigo organiza el próximo día 23 sus terceras jornadas informativas que contarán con la participación de la doctora Cimas y su colega del hospital Povisa Antonio Pato.

-Sus intervenciones se centrarán en la alimentación y las relaciones sexuales de los pacientes con esta dolencia, ¿qué problemas deben afrontar en ambas actividades?

-La dificultad de movimiento les hace deprimirse y esto influye en su líbido y en mantener unas relaciones sexuales adecuadas. Sin embargo, no es una queja que suela tener en mi consulta porque los pacientes tienen muchísimo pudor en referirle este problema a una médica. Incluso a veces les preguntas y dicen que no lo tienen. En cuanto a la alimentación, el Parkinson conlleva problemas de movimiento, ya se han inventado cubiertos especiales, y para tragar. Es muy importante aconsejarles que no tomen comidas con muchas espinas o difíciles de masticar. Además el tipo de alimentos también puede influir en la medicación.

-Estas trabas se llevarán peor en el caso de los pacientes más jóvenes.

-Hablamos de pacientes jóvenes cuando son menores de 65 años y muy pocas veces la enfermedad está entoncees lo suficientemente evolucionada para que los incapacite. El Parkinson hereditario sí puede empezar a partir de los treinta años, pero sólo supone el 5% de los casos. También están los parkinsonismos, un grupo de enfermedades con síntomas parecidos, que aparecen en gente más joven y tienen una evolución muy rápida. De todas formas, los diagnósticos se realizan cada vez en fases más precoces a pacientes de entre cincuenta y sesenta años. Hay un mayor conocimiento de la neurología como especialidad y la gente acude antes a la consulta.

-¿Puede confundirse entonces con otras patologías?

-El diagnóstico sigue siendo puramente clínico, no hay ninguna prueba y muchas veces no es fácil. No basta con una sola visita al neurólogo y siempre se piden pruebas complementarias. Lo importante es que los pacientes acudan al menor síntoma. El más conocido es el temblor, aunque no siempre es significativo, pero tiende a confundirse la dificultad de movimiento que causa la enfermedad con una pérdida de fuerza, por ejemplo, cuando no son capaces de abrocharse los botones o trabajar con el ordenador. La Sociedad Gallega de Neurología acaba de crear un grupo de estudio específico porque nuestra población es una de las más envejecidas y la incidencia aumenta.

-Además la esperanza de vida es alta, por lo que el gasto sanitario se incrementará.

-Desde el diagnóstico la esperanza está entre los 15 y 20 años. El gasto es muy alto, porque los tratamientos farmacéuticos son caros y a ello se añade el gasto indirecto de las familias, que llevan el mayor peso. No hay muchos centros públicos para atenderlos y ofrecerles una terapia funcional. Las asociaciones tiene un papel básico. Debemos trabajar tanto los neurólogos, como la Administración y los pacientes para organizarnos y que tengan una atención lo mejor posible.

-¿Cómo reaccionan los pacientes una vez diagnosticados?

-Siempre hay miedo a lo desconocido y trato de explicarles cómo va a evolucionar su enfermedad. Desde bien temprano les digo que no sólo van a tener que tomar pastillas, sino que deben poner de su parte y realizar ejercicio físico porque contribuirá a ralentizar las complicaciones. Aquí también la Administración y los espectros sociales deben ayudar.

-¿Han mejorado los tratamientos?

-Hoy por hoy se basan en fármacos y, cuando la enfermedad está muy avanzada, se deriva a cirugía y se implanta un estimulador, aunque no todos los pacientes son aptos.

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