No es habitual encontrarse en las aulas a un profesor de su talla intelectual y literaria, pero menos aún que éste sea capaz de hacer calar sus vivencias y conocimientos entre diferentes generaciones de alumnos. Y Xosé Luís Méndez Ferrín lo ha hecho durante más de treinta años en el instituto Santa Irene, que ayer le rindió homenaje poniendo su nombre a la biblioteca y, desde ahora, también centro de estudios sobre el escritor.

Sus más recientes pupilos fueron los primeros en ponerse en pie para ovacionarle, como hicieron el curso pasado el día de su última lección, pero antes le agradecieron su magisterio a través de David y Laura: "Sus clases van más allá de la literatura. Aprendemos sobre la historia de España, sobre su propia historia y a contar la nuestra". Ambos le hicieron entrega de un libro escrito por todos los compañeros en el que han dado rienda suelta al "impulso creativo" despertado por el escritor, quien les aseguró que lo "devorará" en breve.

En un solo acto, añadió Laura, no se pueden "concentrar todos los buenos momentos" compartidos con Ferrín por los presentes en el salón de actos y citó a Cortázar para definir las clases con el escritor: "Me libera del cangrejo de lo idéntico para ganar esponja y simultaneidad porosa".

Los profesores del Santa Irene estuvieron representados en el homenaje a través del director Alfonso García, quien aseguró que el instituto "permanecerá unido a su persona para siempre". Un vínculo que permaneció hasta su jubilación a pesar de las "ofertas de universidades y editoriales", reconoció.

Apuntó a su "humildad", le agradeció el mantenerse apartado de la "casta de pseudopsicopedagogos" que pululan por la enseñanza y concluyó su intervención expresando que "cada instituto debería tener su Ferrín".

El Santa Irene se vistió de gala para despedir al autor de "Con Pólvora e Magnolias", que estuvo acompañado de su mujer y sus hijos, además de numerosos amigos y representantes de la cultura y las letras. Una "fotobiografía" del escritor recibía a los asistentes a la entrada del auditorio y los discursos se intercalaron con piezas de música clásica interpretadas al piano, la zanfoña y un cuarteto de cuerda.

El colaborador de FARO, Xosé Ramón Pena, glosó al "escritor universal", incluido "entre los grandes autores de la literatura europea de nuestro tiempo" y que ha sido capaz de trazar "un mapa liberal" que desecha "los modelos informes de la cultura".

Destacó asimismo su "compromiso inequívoco" con "la lengua y la nación gallega" y expresó su deseo de que de las aulas del Santa Irene "salgan nuevos lectores de Ferrín y futuros investigadores de su obra".

La Consellería de Educación también estuvo presente en el acto a través del director xeral de Formación Profesional, Antonio Vázquez, ex alumno del Santa Irene y del homenajeado. Recordó su llegada al centro a principios de los setenta para recibir una formación "extraordinaria" de unos profesores que además les "abrieron los ojos a una nueva realidad".