Las palabras del diseñador Adolfo Domínguez sobre el urbanismo de Vigo, que consideró obra de "brutos", han traído cola. El alcalde reaccionó ayer de forma airada y censuró las afirmaciones del empresario ourensano. "Sus insultos a la ciudad son intolerables", le recriminó, y de paso deslizó una crítica abierta al vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, y a la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, que estaban delante de Domínguez cuando se refirió a la imagen arquitectónica de Vigo. "Me preocupa que no le corrigiesen de inmediato. Era obligatorio que lo reprendiesen en ese momento", manifestó Caballero.

El empresario contrastó, en la firma de un protocolo con Vivenda para ocupar un millón de metros cuadrados en un polígono de Ourense, la imagen del centro logístico que proyecta allí con la de la urbe olívica, de la que dijo que sería "una Venecia" si no fuese por su urbanismo. "¿Qué pasa?, que son unos brutos. Claramente, claramente", aseveró. Caballero tachó de "absolutamente inadmisible" el discurso al considerar que ofende a los vigueses. "El pésimo urbanismo de esta ciudad es en parte culpa de la etapa franquista, y después de una poca gente que no supo estar a la altura, nunca de los ciudadanos", arrancó, para defender que "los vigueses mostraron su enorme capacidad de salir a flote de forma continua y de empujar a Galicia". Es más, aludió directamente a Domínguez al afirmar que la urbe "impulsó también algunas de las actividades de quien ahora la insulta de esta forma".

Tampoco esquivó Caballero los reproches a Quintana y Táboas al opinar que debieron reaccionar ante las palabras del modisto. "Era obligatorio que interviniesen para reprenderlo de inmediato", les afeó, aunque lo achacó a que "quizás fue un lapsus, o a la sorpresa por lo atrevido e intolerable de la afirmación del señor Domínguez".

El diseñador había matizado tras sus primeras palabras que no se refería a que los vigueses "son brutos". Destacó las condiciones naturales "paradisíacas" de la urbe, y lamentó que no se hiciese "una ciudad bellísima".