Controversia a diez kilómetros por hora

La propuesta del Gobierno de limitar en diez kilómetros por hora más los accesos a las principales ciudades para ahorrar energía no ha gustado a los conductores vigueses. Algunas vías de entrada a Vigo pasarán a tener una velocidad máxima de circulación inferior a la de muchas calles. Y esto a algunos usuarios les parece "una aberración". "Va a haber más atascos y el ahorro de energía es mínimo", manifiesta Juan Ángel Iglesias.

El acceso a Vigo por la Avenida de Madrid es el que más controversia plantea entre los conductores que, a diario, circulan por ella. Actualmente los vehículos que la transitan pueden hacerlo a cincuenta kilómetros por hora, pero con el nuevo reglamento deberán hacerlo a un máximo de cuarenta. La medida equipara el límite de este acceso al de Samil, algo que los usuarios de la Avenida de Madrid no entienden. "ya no está muy bien a cincuenta, puesto que su límite debería estar en setenta u ochenta, ¡como para que lo limiten más! Cuarenta es muy poco", indica un taxista, que añade: "a efectos, se trata de una autopista como las demás, sólo que tiene semáforos". De su misma opinión, otro taxista, Gustavo Rodríguez, sostiene que "cuando vengan los portugueses a Vigo ya no se entra, porque si ahora hay colapsos...".

Y no es el único punto que a los conductores les parece "conflictivo". La autopista de entrada a la ciudad y el segundo cinturón también verán reducida su actual velocidad. Juan Otero considera que los accesos están "mal como para seguir bajando la velocidad; algunos puntos en la autopista y la Avenida de Madrid, sobre todo, tienen límites muy bajos", explica.

Los mayores colapsos en los accesos son los principales argumentos que los usuarios de estas vías argumentan para criticar la medida. "Ya están muy limitados, y si ahora venimos más lentos todos, no se va a ahorrar y los atascos se van a producir igual", razona José Ángel Iglesias. "Se van a crear más colapsos en las entradas, porque si tenemos que ir más lento, los coches se juntan más y es una cadena", analiza Rafael Sánchez. No obstante, no todos los consultados se muestran tan pesimistas. Montero, el conductor de la línea 12B de Vitrasa-que circula por la Avenida de Madrid-cree que los únicos afectados serán los turismos. "Hoy en día, que tenemos paradas cada 300 metros, es difícil que alcancemos las velocidades marcadas", argumenta.

Quienes trabajan en la carretera, a pesar de no estar muy contentos con la norma, se resignan a respetarla. "Un taxi es para aligerar el tráfico, y con estos límites se entorpece; pero si se implanta, habrá que respetarlo", justifica Angel Vieira. "Lo respetaremos, aunque depende de cada uno", defiende el taxista José Antonio López.

Otros conductores, por su parte, creen que la medida "caerá en saco roto" porque los usuarios de estas vías no suelen respetar los límites de velocidad establecidos. "Yo creo que esto sólo va a provocar multas", sostiene José Ángel Iglesias. Otra conductora, Mila Comesaña, se mueve en la misma teoría:"no se van a cumplir las nuevas velocidades de igual modo que no se cumplen ahora, y esto sólo cambiará cuando las multas y sanciones se apliquen de verdad". Julia Puime cree que "estamos en ciudades superpobladas y deben tomar medidas pero bien, porque esto sólo va a servir para ahorrar un poco de combustible". No obstante, indica, "se trata de velocidades lógicas. por el puente de Rande no hay necesidad de ir a más de ochenta, ¿qué más nos dan diez kilómetros por hora de menos?".