Si vuelve a producirse una llegada masiva de ejemplares de medusa a las playas viguesas se adoptarán las medidas pertinentes, tanto desde el punto de vista de la protección de los bañistas como de la investigación de las posibles causas.

El Concello vigués se da por satisfecho con que no sigan llegando bolsas de medusas a los arenales durante la temporada estival, como ocurrió la pasada semana.

"Nos han dicho que es un episodio concreto y que no debería repetirse, por lo que por ahora no vamos a pedir más investigaciones a los científicos", señalaba ayer un portavoz del gobierno municipal.

La investigación de la especie que llegó el pasado miércoles a la playa de Samil y que se extendió luego al resto de los arenales vigueses, fue encomendada a expertos en ciencias marinas, quienes diagnosticaron que la especie que llegó a Vigo no revestía una gravedad importante para la seguridad de las personas, salvo algunas urticarias en individuos sensibles y siempre que el contacto se produjese cuando estuviesen vivas.

La llegada de miles de medusas al litoral vigués se produjo el miércoles pasado al mediodía. En un principio los responsables municipales consideraron la posibilidad de cerrar las playas al baño. No obstante, al comprobar la baja peligrosidad de los ejemplares se optó por desaconsejar el baño. Una medida que estuvo en vigor en la principal playa viguesa, la de Samil, hasta el domingo por la mañana, en que ondeó de nuevo la bandera verde.

Restos de medusas muertas seguían en la playa de A Punta, en Teis, y alguno se observó en Cesantes.