Multado por un aparcamiento correcto. La colección de multas absurdas suma un nuevo capítulo en la ciudad y esta vez su protagonista es Manuel Nicolau, un vecino del municipio de Ponte Caldelas que ha recibido en su domicilio una sanción con carácter grave desde el Concello por estacionar el pasado uno de julio en una zona de carga y descarga. La paradoja es que su vehículo, un nissan primera, ocupaba, según relata él mismo, una plaza reservada a personas con discapacidad y tenía visible la tarjeta de autorización.

"Yo estaba aparcado en el número cinco, enfrente del hotel Compostela, en una zona para minusválidos como indican la señal allí colocada. Las plazas de carga y descarga empiezan en el nueve. Además nunca saco del parabrisas la tarjeta de estacionamiento", explica el afectado, que tiene un 69 por ciento de minusvalía.

Nicalou, que de lunes a viernes reside con su esposa en una calle muy próxima, asegura que estaciona su vehículo en García Olloqui de forma habitual y no sabe si atribuir la multa "al afán recaudatorio" de la Policía o al "despiste" de los agentes.

Sea como sea, añade, se merecen "un tirón de orejas" por un proceder "injusto" que ahora le obligará a engorrosos trámites en el Concello para no tener que abonar la sanción y se pregunta "cuántos conductores más habrán recibido la misma multa".

Los agente sí fueron precisos, sin embargo, en la hora a la que registraron la supuesta infracción. "Para más enfado hasta me pusieron los segundos", ironiza el automovilista sancionado.

"Picaresca"

Nicolau reprocha a la Policía que no vigile la "picaresca" que existe en la ciudad con las tarjetas de estacionamiento para personas con discapacidad. "He denunciado varias veces el abuso de algunas personas que no son minusválidos y utilizan estos permisos y no pasa nada", critica.