Corina Porro y Abel Caballero mantienen la peor de las relaciones políticas posibles. En un año sólo se han reunido una vez, hecho que la líder del PP achaca al regidor. "Busca el enfrentamiento continuo. Está obsesionado", afirma. El "estilo" de Caballero tiene otros daños colaterales más graves, a su modo de ver. "Lo peor no es que no hable conmigo; es que no lo hace con la ciudad".

- A los cien días dijo que Vigo "se frenó en seco". ¿Ha mejorado su percepción?

- Todo lo contrario. Es mucho peor de lo que esperaba. Quiero ser justa y no le exijo al alcalde que haga algo diferente a lo que yo demostré. Me encontré una ciudad abandonada. Sólo se había renovado una calle: Urzáiz en O Calvario. Gobernamos en minoría, sin presupuesto, y con esos mimbres acabamos con el clima de enfrentamiento ciudadano, con los conflictos sindicales, y nunca hubo tantas comisiones de seguimiento. Y con el Plan Xeral conseguimos consenso. Hubo diálogo, paz social, y avances. Todo eso se ha perdido. ¿Y la gestión? El alcalde ni firmó el convenio del AVE, ni el Puerto incluyó el Plan Nouvel en sus planes, ni hay una sola vivienda protegida. Hasta creó un cisma con el Auditorio. ¿Dónde están las obras nuevas?

- ¿Con la ruptura se refiere a la crisis con la federación vecinal?

- Me refiero a mucho más. Ni siquiera hablan entre los propios socios, ni lo hacen con los agentes sociales. Es que el alcalde no habla ni con los suyos, y traga con lo que le diga la Xunta, como con Política Territorial, que no invirtió ni un euro en Vigo; o el Gobierno en Madrid. Se cargó el diálogo y el consenso con la ciudad.

- ¿No cree que el alcalde y la líder de la oposición deberían tener más contacto?

- Nosotros no nos enfrentamos al alcalde. No ha querido hablar conmigo nada más que una vez. Es él el que está enfrentado con el mundo. Con sus socios, la oposición, y la federación vecinal, que representa a un número muy importante de colectivos. Hasta con funcionarios como los bomberos. Rompió los cauces de transparencia, algo que no sucedió nunca. Todo forma parte de una política-espectáculo en la que priman grandes proyectos y fotos, y ni una sola realidad de los macroanuncios y fantasías a las que nos tiene acostumbrados. Él levita y no está en los problemas reales de los ciudadanos. Es el hombre anuncio, y el problema es que ninguno de ellos se cumple.

- Ambos socios, pese a sus roces, mantienen que el pacto es sólido. Citan la aprobación del PXOM y el Presupuesto.

- Claro que el pacto es sólido, porque sólo buscan poder. Pero se ha roto el consenso en el Plan, que era clave. Y sobre el Presupuesto, si no lo llegan a aprobar sería un escándalo. No han hecho nada. Yo en diez meses tenía arreglado el centro y asfaltado medio rural. Firmé el convenio de 30 millones para el Casco Vello y la prolongación del túnel de Beiramar, y había 400 viviendas protegidas en Navia en marcha. Ellos, ni una obra nueva.