Es prácticamente imposible ir a alguna empresa u organismo y no encontrarte a gente de aquí", asegura el director de una de las escuelas más veteranas de Galicia. Más de un siglo después de su creación, Peritos, como se le conoce popularmente, ofrece unas perspectivas tan prometedoras que sus egresados "no conocen el paro".

- ¿Ha mejorado las oportunidades de trabajo el "boom" urbanístico?

- Hay titulados trabajando en oficinas técnicas o como aparejadores, pero la industria mecánica es la que más peso tiene en Vigo. Los astilleros y las empresas de automoción demandan más titulados que la construcción. La rama más solicitada es la de mecánica, seguida de electrónica, electricidad y química.

- ¿Cuál es el grado de implicación en el tejido industrial vigués?

- La relación es tan estrecha que recibimos una constante petición de alumnos. Uno de cada tres proyectos fin de carrera se realiza dentro de las empresas, cuando antes la mayoría eran puramente académicos. Hemos tenido trabajos de calado que luego se han materializado en empresas conserveras y químicas, de motores marinos e incluso en un buque oceanográfico.

- ¿Absorbe el área de Vigo a todos sus titulados?

- De momento, sí. Las carreras técnicas son las que disponen de más trabajo en este área. Es verdad que ahora existe cierto subempleo, pero también hay gente extraordinariamente bien colocada. En el sector industrial la competencia es feroz. Prima la productividad, los sueldos son bajos y las horas, incontables. En este sentido las condiciones del mercado se han endurecido. Pero hoy por hoy el paro es inexistente.

- ¿Cuántos años tardan los alumnos en licenciarse?

- Con el plan viejo la media era horrorosa, 6,8 años, pero ahora está en 4,3.

- ¿Ha dado sus frutos el curso cero?

- Sólo caben cincuenta alumnos y en primero entran cuatrocientos. Además de asignaturas básicas se les enseñan técnicas de estudio y la gente está satisfecha.

- Aun así siguen teniendo una de las tasas más altas de abandono.

- Hace años imperaba la idea de impartir carreras duras para que los titulados saliesen con una capacidad de trabajo y sacrificio muy alta. Aquí se presentaban hasta mil seiscientos alumnos a algún examen. Ahora la nueva filosofía es que la gente válida no se quede en el camino y evitar esos cuellos de botella.

- El tráfico desde la escuela superior a ésta es intenso.

- Y también hay un trasvase de alumnos de aquí que quieren seguir estudiando. En cuanto a las competencias, las de Industriales no son más extensas que las nuestras.

- Un tema que ya está generando polémica de cara a los nuevos grados.

- Va a haber una crisis, en su sentido no peyorativo. La nuestra no es una ingeniería menor, sino que tiene objetivos diferentes. Se trata de formar a personas rentables para las empresas. El tema de las competencias sobrepasa a la Universidad. El mundo profesional, a través de los colegios oficiales, intentará incidir en el académico.