Cerca de 10.000 motos circulan por la ciudad. El parque de esos vehículos en Vigo protagonizó un incremento espectacular el año pasado, cercano al 50 por ciento. No hay una única razón que explique esa elevada demanda, pero entre las principales destacan dos: la facilidad para aparcarla y para sortear los embotellamientos de tráfico; y también, por el abaratamiento de los seguros.

El último informe elaborado por la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), publicado la semana pasada, certificó un nuevo récord de ventas de motocicletas en 2006 en España con 258.355 unidades en total. Nuestro país es el segundo de Europa -después de Italia y antes de Francia- en la demanda de esos vehículos. "La tendencia registrada en Vigo coincide exactamente con la media de ventas nacional. Incluso más, porque es la ciudad que más motos vende del noroeste", argumentan desde la asociación.

El balance anual de matriculaciones en Vigo refleja fielmente esa tendencia apuntada desde Anesdor. Así, en 2005 había censadas en la ciudad 6.564 motos de todas las cilindradas, 2.584 de ellas de nueva adquisición. La comparación de la demanda de ese año con la registrada en 2006 permite concretar el incremento en la venta y circulación de los vehículos de dos ruedas. El año pasado se matricularon en la ciudad 2.977 ciclomotores (hasta 50 c.c.) y motocicletas (más de 50 c.c) situando el parque actual en 9.541 unidades. Es decir, con respecto a 2005, el número de esos vehículos aumentó exactamente un 45,3 por ciento.

"Un antes y un después"

Quienes mejor toman el pulso a ese mercado son sus comercializadores, y en Vigo, el principal, por volumen de ventas, es Anca, empresa fundada hace más de 40 años. Su gerente, Juan González-Carpintero habla de "un antes y un después" en las ventas desde octubre de 2004. Ese mes, la Dirección General de Tráfico modificó la normativa y desde entonces permite el pilotaje de motocicletas de 125 c.c. sin necesidad de realizar un examen específico y, simplemente, exige el carné ordinario de conducción de automóviles.

La estadística de esos meses confirma la afirmación del gerente del conocido establecimiento. En septiembre de 2004 se habían vendido en España 10.700 ciclomotores frente a 9.000 motocicletas. Al mes siguiente, con el cambio legislativo, se invirtió la demanda, y en octubre de ese año se matricularon 8.300 nuevos ciclomotores y 12.900 motocicletas.

En la actualidad, 125 es la cilindrada de casi el 40 por ciento de las motos que se vendieron el año pasado en Vigo (1.134 de 2.977). En la estadística de 2005, esa clase de vehículos representaba ya cerca del 50 por ciento, con 1.190 unidades de 125 c.c. de un total de 2.584.

"El ligero descenso en las ventas de esa cilindrada es insignificante, y se debe más a una saturación del mercado. La gente que quiso comprar una moto de 125 tuvo dos años para decidirse. Lo lógico es que ahora, la demanda de esas motos no sea igual a la registrada a finales de 2004 o en 2005. Lo normal es que se estabilice", explica el gerente de Anca.

El gobierno local asegura que el tráfico en la ciudad "mejoró, es más fluido", pero la realidad indica que continúa la circulación lenta y los atascos en los principales viales. Y las obras realizadas en los últimos años, como las peatonalizaciones y remodelaciones de calles céntricas, han reducido de manera drástica las plazas de aparcamiento al aire libre. Ambos factores han influido de manera importante en el nuevo boom del mercado de las motos, como también la adquisición de nuevas unidades por parte de las numerosas empresas de reparto de mercancía ligera.

Pero la clave decisiva en la demanda de motos ha sido el precio de los seguros, en especial, para las de 125 c.c. En estos momentos es más barato asegurar una scooter de esa cilindrada que un ciclomotor: desde los 150/200 euros al año que puede costar una póliza para la primera, hasta 300/400 euros para la segunda.

Todos los establecimientos vigueses han atendido clientes interesados en cambiar su ciclomotor por una moto de esas características. "Ahorran dinero por el seguro y les permite trayectos más largos, y sobre todo, pueden cruzar el puente de Rande", añade Juan González.