La Xunta licita la gestión de las plantas de compostaje de Vilanova, Cervo y Verín

El contrato asciende a 4,2 millones de euros | Las concesionarias se encargarán también de comercializar el compost y se quedarán los ingresos

Paula Pérez

Paula Pérez

La Xunta ha sacado a concurso por 4,2 millones de euros la gestión de las tres plantas de compostaje que construyó en Vilanova de Arousa, Verín y Cervo y que están ya en funcionamiento desde el pasado año. El futuro adjudicatario se encargará del funcionamiento, mantenimiento y limpieza de las instalaciones, así como de la distribución y comercialización del compost producido.

La Xunta impulsó la construcción en cada provincia de una planta para gestionar los residuos orgánicos y fabricar compost. La primera en abrir fue la de Cerceda, dentro del Complejo Medioambiental de Sogama, que da servicio a diez concellos.

Después se construyeron las de Cervo, Verín y Vilanova de Arousa, que están ya en funcionando y que son gestionadas, en su fase de puesta en marcha, por las propias compañías responsables de su construcción. Sin embargo, este periodo de puesta en marcha expira en próximas fechas y la Xunta debe buscar ahora una empresa que asuma la gestión de las tres plantas en su conjunto.

Tal y como se explica en el pliego de contratación, se adjudicará la gestión de las tres plantas en un único lote. Se esgrime que hay instalaciones que gestionan 3.000 toneladas al año de compost (Cervo y Verín) y otras con un volumen mayor que llegan a las 15.000 toneladas al año. “El coste de explotación de una planta que gestiona 3.000 toneladas al año es muy elevado, ya que tiene una serie de costes fijos que son similares a los de una planta que recibe más toneladas. Al agrupar todas las plantas en un único lote se reduce el coste global de la explotación del conjunto de las instalaciones, ya que la que tiene menores costes absorbe los sobrecostes de las otras”, explica la Xunta. Además se garantiza la concurrencia de más empresas puesto que si licita el contrato por separado alguna de las plantas podría quedar desierta “por el bajo volumen de facturación que implicaría la gestión de las mismas”.

De momento, a la planta de Cervo (Lugo) envía residuos orgánicos los concellos de Cervo, Burela y Viveiro. La de Vilanova de Arousa está recibiendo la basura de Sanxenxo, Ponteareas, Caldas de Reis, Silleda, O Grove y Ribeira. Y a la de Verín van los biorresiduos de los concellos que tienen delegado el servicio de recogida y gestión de basura de la Diputación de Ourense, además de Barbadás, O Barco de Valdeorras y Monforte.

Sogama prevé que la gestión integral de estas plantas, con una capacidad conjunta para tratar 21.000 toneladas de materia orgánica y 7.000 toneladas de estructurante –restos vegetales secos procedentes de podas, por ejemplo– de comienzo una vez que concluida la fase de puesta en marcha que está actualmente en mano de las constructoras. En ese sentido, el calendario que se maneja es que el 1 de junio la nueva adjudicataria empiece ya a operar en Cervo, el 1 de julio en Verín y el 2 de noviembre en Vilanova de Arousa.

Los ingresos que se obtengan por la venta del compost serán para la concesionaria. Y será también responsable de su calidad. “No servirá el alegar, por parte del adjudicatario, un desequilibrio económico-financiero alguno en caso de producir una menor cantidad de compost o la imposibilidad de vender este ya que este hecho está muy condicionado a la propia calidad del compost y por tanto a una correcta explotación que garantice una buena calidad del mismo”, esgrime la Xunta.